Consultas para Covid-19 en la CNS, una espera a veces sin resultado
Todo paciente con sospecha de Covid-19 pasa por una dura espera en la Caja Nacional de Salud (CNS). Hace fila, hacinado hasta por 15 horas, para que le tomen la prueba y tal vez en 20 días le digan qué tiene. Incluso, es probable que se cure sin saber si alguna vez estuvo infectado.
La saturación del hospital de la CNS es evidente desde el ingreso. Un médico y una enfermera no dan abasto para la revisión de cientos de personas ni con el apoyo de dos policías.
Los cinco cubículos de emergencia se llenan en un instante con la avalancha de pacientes sospechosos que llegan de forma incontenible, así que, los más graves son recostados sobre las sillas.
Los pasillos y salas están abarrotados de pacientes estables y otros críticos, conectados a tanques de oxígeno.
Las consultas se hacen por orden de llegada, por lo que los pacientes madrugan incluso desde las 4:00 para asegurarse de que los atiendan.
Es el caso de Javier, un trabajador de salud que buscaba atención y en media fila comenzó a fatigarse. “Estoy de las 7:30 plantado para que me hagan la prueba porque he tenido contacto directo con un positivo. El primer paciente entró a las 10:00, en cuatro horas llamaron a cuatro personas, soy la ficha 11 de más de 30, contó.
A parte de madrugar, este trabajador de salud viajó 60 kilómetros desde Cuchumuela, en el valle alto, a la ciudad. Sólo buscaba saber lo antes posible si estaba contagiado para no arriesgar a sus compañeros y familiares.
Otros pacientes hacen la fila en vano. “Ellos nos mandaron aquí, pero me acaban informar que sólo tiene un resfrío, pero nos hemos expuesto desde las 5:00 en la fila para Covid-19. Les dije que mi padre tenía diabetes y que posiblemente estaba descompuesto, pero no me hicieron caso”, comentó una hija.
También hay una fila para los recuperados. Una enfermera embarazada y que dio positivo acudió a hacerse una nueva prueba luego de 21 días. Debía esperar medio día sólo para la prueba.
Ante los reclamos por la falta de previsión, la responsable de Infectología del Hospital Obrero, Leticia Ascarruz, informó que se implementaron 126 camas de internación para pacientes con Covid-19.
Del total, 20 camas en infectología, donde además existen salas de partos, de neonatología y pediatría.
En tanto, en neumología hay 36 camas, ocho son de terapia intensiva que casi siempre están ocupadas.
El resto del equipamiento está distribuido en un hospital móvil, en neurocirugía y cirugía. El domo tiene capacidad para unas 30 camas.
Cuatro áreas están al 100 por ciento de su capacidad y una está al 70. A diario se atienden 100 sospechosos.
Sólo en Cochabamba, la CNS cuenta con 550 mil asegurados de sectores como los jubilados, magisterio, policía, alcaldías y hospitales.
El administrador del hospital, Ángel Taquichiri, señaló que cuentan con material de protección y medicamentos, pero reconoció que les preocupa el colapso de la morgue.
FISCALIZACIÓN Y PLAN DE UN LABORATORIO
Una comisión interinstitucional constató las deficiencias en el Hospital Obrero No. 2.
La asambleísta Lizeth Beramendi instó a los administradores a mejorar y a invertir los recursos de los asegurados en equipos y laboratorio para coronavirus.
El director de la Autoridad de Supervisión de la Seguridad Social (Asuss), Luis Bazán, indicó que presionan para que la CNS habilite su laboratorio de pruebas y evitar tanta demora en la entrega del Sedes.
Se encamina a que los seguros se sumen a la plataforma “Salud Cochabamba” para reducir el riesgo de contagio por asistencia a consultas.