Las empresas chicas pelean con las grandes los pocos pasajeros de la Terminal
En julio pasado, la Terminal de Buses de Cochabamba reanudó operaciones tras cuatro meses de pausa por la cuarentena obligada contra el coronavirus, pero el flujo de pasajeros bajó de los 10 mil diarios a sólo 1.200 (reducción del 88 por ciento).
El administrador de la Terminal, Jaime Veizaga, explicó que, además del descenso de pasajeros a prácticamente la décima parte, los buses, por ahora, salen sólo a La Paz, Oruro y Potosí, pues el resto de los destinos no están habilitados.
Diariamente, parten 15 omnibuses, cuando antes de la pandemia partían 50, lo que representa una reducción del 70 por ciento en las salidas.
Ante esa situación, las empresas pequeñas se sienten más perjudicadas y acusan a las grandes de monopolio, por lo que protestaron ayer y solicitaron que su salida sea intercalada entre ambos bandos, indicó Veizaga.
“Cuando se llene una flota (bus) de una empresa grande, debería salir la flota de una pequeña. A eso se refieren cuando piden instalación de una ventanilla única”, explicó.
Tras la protesta de ayer, las empresas de transporte y el administrador se reunieron y acordaron analizar el asunto y tomar una decisión el lunes. “Hay predisposición de aplicar la propuesta”, dijo el administrador.
Ante la posibilidad de que el pasajero no tenga derecho de elegir en qué empresa de transporte viajar, Veizaga explicó que los buses saldrán cada 15 minutos, por lo que los pasajeros podrán esperar ese tiempo para viajar en una empresa grande, si así lo desean.
El pasado 27 de julio, la Terminal de Cochabamba reanudó operaciones tras cuatro meses de permanecer cerrada, aunque sólo recomenzó con el 2 por ciento de su capacidad.
La semana pasada, la cifra subió a 5 por ciento y este lunes pasado la cantidad se registraba en 12 por ciento.
La baja afluencia de pasajeros ha causado que los ingresos para la Terminal y empresas de transporte se hayan disminuido drásticamente.
Todos estos factores, sumados a las medidas de bioseguridad, han dejado desempleadas a unas 200 personas. Se trata de boleteros, choferes, cargadores y personal administrativo de la Terminal.
Los más afectados fueron los boleteros o “changueros”, que son los encargados de conseguir más pasajeros para las empresas de transportes. Este sector también protestó en julio pasado por las pérdidas de fuentes de trabajo.
Los “changueros” ofertaban pasajes y destinos y llevaban a los pasajeros a las boleterías, por lo que las empresas de transporte les pagaban una comisión. Eso, por cuestiones sanitarias, ya no podía continuar.