De miedos, cuidados y asuntos sensibles
Cuando salió la noticia del impuesto a la riqueza, de repente muchos creían que eran millonarios en este país, aparecían protestas en redes sociales como si Bolivia fuera la tierra de los afortunados, claro que hay muchos de esos que por sus fortunitas “clandestinas” no pagarán ningún impuesto. Así de injusta es la vida, pero entiendo que la mayoría somos unos pinches que no alcanzamos a ese tipo de impuesto, suficiente ya tenemos con los impuestazos selectivos a nuestra triste pobreza. Así que la mayoría de esas protestas de “millonarios” bolivianos, estaban un poco infundadas.
Después se difunden las noticias sobre la vacuna contra la Covid-19 y ahí comienzan a protestar los antivacunas y a eso se suman las noticias falsas de que la vacuna tiene un chip o de que nos van a esterilizar… cuando en realidad, hasta que nos llegue una vacuna decente va a pasar mucho tiempo y se dice que, en países pobres, como el nuestro, solo 1 de cada 10 será vacunado así que ni se preocupen, porque para nosotros, seguro que no alcanza. Lo que sí debería preocuparnos es que seguimos en pandemia y los cuidados deben ser permanentes, de fiestita en fiestita y de reunión en reunión con descuidos, seguro que aceleramos el rebrote.
Y al final de cuentas, la gran mayoría hemos recibido una serie de vacunas cuando éramos niños y para viajar siempre nos han pedido vacunas como la de la fiebre amarilla, ni modo, cuando haya que vacunarse ya cada quien sabrá si lo hace, pero una cosa siempre se debe tomar en cuenta, los cuidados son por uno mismo y por los demás y los impuestos, se supone que por ahí también, aunque siempre tratamos de evadirlos y en un sistema tan corrupto y con seres humanos tan irresponsables, no estemos llorando después cuando hasta el agua sea mercancía de contrabando.
La autora es editora de Doble Click y la Revista OH!
Columnas de CLAUDIA EID ASBÚN