El Gran Hermano (Evo)
Me siento un poco como Winston Smith, protagonista de 1984, de George Orwell. ¿Se ubican? En la novela escrita en 1947, Orwell imagina el dantesco futuro dominado por el totalitarismo, medio siglo después. El protagonista Winston Smith trabaja en el Ministerio de la Verdad, y una de sus funciones, mientras se fuma un cigarrillo marca De la victoria”, es reescribir la historia.
Si el Gran Hermano dijo a principios de año que el crecimiento económico iba a ser de 8% y sólo se había logrado 6%, Winston debía borrar esas declaraciones del diario oficial y escribir que el Gran Hermano había prometido sólo 6%. Si había guerra de Oceanía con Eurasia, había que echarle la culpa al Estasia, y si la reconciliación era con el Estasia, había que echarle la culpa a Eurasia.
Hoy me siento así. El Gran Hermano me pide que escriba que la gestión anterior echó por la borda 14 años de crecimiento sostenido; que este país nació un 22 de enero de 2009 y que se llama Estado Plurinacional, no República de Bolivia; que el escudo no es ese emblema tricolor que aprendí en la escuela, sino una cruz andina; que lo que nos rodea no es la naturaleza, sino la Pachamama, que los gobiernos amigos son Cuba, Nicaragua y Venezuela y hay que echarle la culpa de todo a Estados Unidos…
Hoy el Gran Hermano me pide que escriba que no hubo fraude, sino golpe (gestado por Estados Unidos, Argentina, Ecuador y el Imperio Intergaláctico). Le importa un pepino el informe de la OEA. Vale más el informe de sus mismos aparatos de justicia, apéndices del Ejecutivo.
Después de esto vendrá el Ministerio del Amor, y el Ministerio de la Paz y la Policía del Pensamiento.
Me siento Winston Smith, no en el totalitarismo de 1984, sino en el socialismo del siglo XXI.
El autor es periodista
Columnas de LUIS FERNANDO AVENDAÑO