La inmoralidad del salario mínimo

Columna
Publicado el 28/03/2023

La Central Obrera Boliviana presentó hace unas semanas su acostumbrado “pliego petitorio” demandando, como todos los santos años, un incremento en el salario mínimo nacional. Repitiendo la fórmula de 2022, la COB exigió en su pliego un incremento del 10%. Recordemos que en la pasada gestión las negociaciones con el Gobierno culminaron en un incremento del 4%, por lo que uno esperaría un resultado similar para 2023.

El salario mínimo y sus incrementos son una pésima idea. El argumento económico que soporta esta afirmación es muy claro. Lo he expuesto antes y revisaremos ahora los puntos más importantes. Para mí, sin embargo, el argumento central contra el salario mínimo es moral. El salario mínimo es malo porque vulnera la libertad de los individuos y corrompe las relaciones productivas.

Empecemos revisando el argumento económico. El salario mínimo le pone un piso al salario que una empresa puede ofrecer. En esencia, el salario mínimo hace que contratar a alguien sea más caro de lo que podría ser, por simple virtud del decreto. La idea es que los trabajadores tengan un mayor ingreso y así puedan satisfacer de mejor manera sus necesidades. Como siempre, sin embargo, la dura realidad se encarga de poner nuestra ingenuidad en su sitio. ¿Qué pasa cuando sube el precio de las manzanas? Simple, la cantidad demandada de manzanas disminuye porque los consumidores dejan de comprarlas y las sustituyen por otras frutas. Pues lo mismo pasa con el empleo. Si hacemos que los trabajadores cuesten más en virtud de un decreto, las empresas contrataran menos y lo único que habremos conseguido es que muchos trabajadores no sean contratados. En otras palabras, habremos generado desempleo.

En países como el nuestro el efecto es nefasto. Por múltiples razones: tenemos ya una economía atrofiada y con pocas empresas dispuestas a contratar trabajadores. Cuando la lógica sugiere hacerles la vida un poco más fácil a estos escasos empleadores, la realidad es que se las hacemos más difícil encareciendo el empleo con este tipo de medidas. Súmele al salario mínimo la exigencia de pagar aguinaldo, doble aguinaldo, seguros y prestaciones sociales, y la obligación de justificar despidos aun cuando las condiciones económicas de la empresa así lo requieran, y esencialmente hemos hecho que contratar formalmente sea prohibitivo. ¿Nos debería extrañar entonces que Bolivia sea el país con la mayor tasa de informalidad del planeta y que casi el 90% de los trabajadores no tenga un contrato formal?

Usted se preguntará, bueno, ¿pero si eliminamos el salario mínimo y las demás regulaciones que “protegen” al trabajador, qué diferencia existiría entre un trabajo formal y uno informal? ¿Cuál sería el objetivo de hacer que el trabajador sea formal si no recibe ninguna ventaja en esa condición?

La diferencia entre un trabajo formal y uno informal es enorme. Un empleo formal implica la existencia de un contrato refrendado por ley que típicamente resulta en una relación laboral mucho más sólida que un acuerdo verbal. Aunque el contrato no le otorgue al trabajador un salario mínimo, un aguinaldo, prestaciones sociales y otros beneficios, le provee la certidumbre de ser empleado durante un período razonable de tiempo (típicamente un año) y, por lo tanto, le genera incentivos a esforzarse, aprender del oficio y avanzar en su carrera profesional.

El trabajador se beneficia además de un respaldo legal si existieran diferencias con el empleador y una solvencia al momento de acceder a crédito, comprar una casa, etc. La gran mayoría de los trabajadores preferirán, por lo tanto, un contrato formal sin ningún beneficio o “protección laboral” a estar “protegidos” por un sinfín de leyes que los condenen a la informalidad o el desempleo.

Revisemos ahora el argumento moral. Los pecados del salario mínimo son varios. Probablemente el primero sea el uso de coerción disfrazada de solidaridad. La COB y los gobiernos de izquierda nos venden la idea de que el salario mínimo es justo porque garantiza que los trabajadores ganen lo mínimo necesario para vivir: “¡la sociedad debe ser solidaria con la clase trabajadora!”.

Pero este argumento es un engaño. Nada es gratis en este mundo y la plata debe salir de algún lado. ¿Cómo pagarán las empresas la diferencia entre lo que ellas hubieran pagado por un trabajador y el salario mínimo? Una opción es incrementar el precio del producto final con lo cual se obliga al consumidor a pagar la diferencia. Otra opción es que las empresas reduzcan sus ganancias, con lo cual se obliga al empresario a recibir menos por su esfuerzo, su innovación y su disposición a asumir riesgos.

Esto también reduce su capacidad de inversión y por lo tanto la producción de bienes y servicios en el futuro. Una tercera opción es que las empresas financien la diferencia dejando de contratar nuevos empleados. Como decíamos arriba, dado que los empleados serán más caros, las empresas contratarán menos. Esto implica que los que pagan la diferencia son los nuevos trabajadores (en su mayoría jóvenes) pues estos encontrarán menos oportunidades de empleo. En suma, la mentada “solidaridad” con el trabajador es una farsa. La solidaridad es, por definición, voluntaria; el salario mínimo, en cambio, es una imposición que recae sobre terceros.

El otro pecado del salario mínimo es la hipocresía. Cada primero de mayo los políticos declaran con solemnidad que incrementan el salario mínimo porque desean el bienestar de la clase trabajadora. Lo que no dicen es que no lo hacen con su plata, sino, como hemos visto arriba, obligando a otros a hacerse cargo de sus buenas intenciones. El salario mínimo es, entonces, una versión más de la hipocresía típica de aquel que “ayuda” con la plata de otros.

Otro pecado del salario mínimo es el egoísmo. El salario mínimo y sus incrementos benefician a los trabajadores que ya cuentan con un puesto de trabajo, pero, como lo expusimos, dejan sin empleo a aquellos que lo están buscando. La COB y el Gobierno lo saben, pero se llenan la boca con proclamas que defienden al trabajador en general.

Finalmente, el salario mínimo y sus incrementos también producen inmoralidad en quienes los reciben ya que crean la idea de que ganar más depende de lo que el Gobierno decrete (y por lo tanto de la presión que el sindicato genere en las calles) y no del esfuerzo o el mérito propio.

Tales son las nefastas consecuencias económicas y morales del salario mínimo y sus incrementos. Si los proletarios del mundo se unieran como pedía Marx, pero además abrieran los ojos a sus propios intereses, deberían pedir a voz en cuello su eliminación.

 

El autor es PhD en economía, Twitter: @tufisaravia

Columnas de ANTONIO SARAVIA

11/04/2023
Acostumbrada a la permanente presencia del Estado en sus vidas, mucha gente tiende a ver al liberalismo como una corriente “extrema” que los dejará...
28/03/2023
La Central Obrera Boliviana presentó hace unas semanas su acostumbrado “pliego petitorio” demandando, como todos los santos años, un incremento en el salario...
30/01/2023
El país ha perdido el rumbo. Nadie que mire con honestidad la salud de nuestra democracia o la de nuestra economía puede decir que “vamos bien” y que nos...
16/01/2023
El país asiste ritualmente a principio de cada año a la pelea campal por las pensiones escolares. Los colegios privados anuncian alzas, los padres ponen el...

Más en Puntos de Vista

COLUMNA ABIERTA
CARLOS DERPIC SALAZAR
14/05/2025
CIUDADANO X
EMILIO MARTÍNEZ CARDONA
14/05/2025
ÁGORA REPUBLICANA
CARLOS HUGO MOLINA
13/05/2025
13/05/2025
EN VOZ ALTA
GISELA DERPIC
12/05/2025
En Portada
Los vecinos del Distrito 15 de K'ara K'ara permitieron el ingreso de los camiones de basura al relleno sanitario, dando cumplimiento al fallo emitido por el...
El Tribunal Constitucional Plurinacional en pleno dio a conocer la tarde de este miércoles que, mediante una sentencia, definió que ningún ciudadano puede...

Fue varias veces ministro, director del INE y ocupó otros cargos importantes en el país y en instituciones internacionales.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) inició este miércoles el periodo de recepción de candidaturas para las elecciones generales, un proceso que se extenderá...
El pleno del Tribunal Constitucional Plurinacional sesionó la noche de este martes y tomó la decisión de que el expresidente Evo Morales queda inhabilitado...
Sectores sociales y dirigentes del propio Movimiento Al Socialismo (MAS) critican el rol del presidente del partido azul, Grover García. Algunos lo acusan de...

Actualidad
Conductores del transporte pesado bloquearon la vía La Paz-Oruro a la altura de Achica Arriba, demandando combustible.
Como parte de su compromiso de responsabilidad social empresarial, Banco Unión S.A. lanza junto a su aliado estratégico...
Alalay, una de las últimas lagunas urbanas de la ciudad de Cochabamba que sufrió varias crisis ambientales, está en una...
"Ya hicimos nuestro aporte a la unidad, ahora resta a nuestras organizaciones sociales y sindicatos a consolidar esta...

Deportes
La Selección boliviana de fútbol categoría sub-17 empató con su similar de Qatar (1-1) en su debut en el cuadrangular...
La plancha que irá con Fernando Costa en su postulación para ser reelegido en la presidencia de la Federación Boliviana...
El infortunio se quiere ensañar con la Selección Nacional para la fecha 15 y 16 de la Eliminatoria Mundialista, una vez...
San Antonio de Bulo Bulo intentará esta tarde un nuevo batacazo en la Copa Libertadores en el partido que debe sostener...

Tendencias
La "influencer" mexicana Valeria Márquez, de 23 años, fue asesinada durante una transmisión por internet en vivo por un...
En un avance significativo para la salud visual en Bolivia, el sistema de salud de la seguridad social concretó la...
El Telescopio Espacial James Webb de la NASA/ESA/CSA ha captado nuevos detalles de las auroras en Júpiter, el planeta...
Meta está trabajando en el desarrollo de un nuevo 'software' para incluir tecnología de reconocimiento facial en sus...

Doble Click
Han pasado por Japón, Corea del Sur y Londres, donde Tom Cruise apareció en el tejado del cine IMAX en el que se...
El estudio de arte El escenario representará la obra de danza teatro Socavón en el icónico teatro José María Achá el...
El Museo Nacional de Arte presentará el viernes 16 de mayo "El amor y la belleza: una biografía de Inés Córdova y Gil...
El Premio Princesa de Asturias de las Letras 2025, el escritor Eduardo Mendoza , ha manifestado este miércoles tras...