Desde 2014, Bolivia experimenta una desaceleración en el crecimiento de su economía debido, principalmente, a la caída del volumen y valor de sus exportaciones de gas, lo cual ha sido contrarrestado por el Gobierno con un mayor endeudamiento y esto puede generar una inestabilidad macroeconómica, afirmaron analistas, quienes recomiendan hacer al menos tres ajustes a la política económica.