
BITÁCORA DEL BÚHO
A poco más de una semana para que esta Bolivia abigarrada, contradictoria y esperanzada (ora) a veces, melancólica y folclórica en muchas, cumpla 192 años de su fundación, me rondan, cual sueño pesado, consideraciones cotidianas que, sin ser mal agüeras, vislumbran reflexiones y necesidades de saber hacia dónde se conduce este país o, cuando menos, interrogantes sobre los caminos que anduvimos y la posibilidad de haber conseguido transformaciones sociales, políticas, democráticas e institucionales profundas.
A los movimientos populares, ha dicho el pensador Michel Foucault, siempre se les ha presentado como producidos por el hambre, los impuestos, el desempleo; nunca como una lucha por el poder, como si las masas pudieran soñar con comer bien, pero no con ejercer el poder.
…Y cada vez que vuelvo a ver aquella película, siempre quedo abstraído y con un nudo en la garganta, un sentimiento inexplicable me lleva una y otra vez a maravillarme con el argumento extraordinario y con esa combinación de ingredientes que parecen parafrasear a la vida, similar a la elaboración de un plato que, por muy sencillo que fuere, siempre tiene un proceso, un duende que hace que sentarse a la mesa y saborearlo te llene de placer y felicidad.
“(…) No me den formulas exactas, porque no espero acertar siempre.
No me muestren lo que esperan de mí, porque voy a seguir mi corazón.
No me hagan ser lo que no soy, no me inviten a ser igual, porque sinceramente soy diferente.
No sé amar a medias, no sé vivir de mentiras, no sé volar con los pies en la tierra.
Soy siempre yo misma, mas ciertamente no seré la misma para siempre! (…)”
“Mi nombre es Ixca Cienfuegos. Nací y vivo en México, D. F. Esto no es grave. En México no hay tragedia: todo se vuelve afrenta. Afrenta, esta sangre que me punza como filo de maguey. Afrenta, mi parálisis desenfrenada que todas las auroras tiñe de coágulos. Y mi eterno salto mortal hacia mañana. Juego, acción, fe día a día, no sólo el día del premio o del castigo: veo mis poros oscuros y sé que me lo vedaron abajo, abajo, en el fondo del lecho del valle.” (…)
Caudillo, caudillismo, caudillaje. Jefe, adalid, mando, poder, superioridad.
La palabra “caudillo” viene del latín capitellus (pequeña cabeza).
Esta cabeza, casi siempre al mando de huestes o gran cantidad de personas sujetas a órdenes, tiene ciertas especificidades que conviene digerirlas.
Y me remito a la definición extensa que hace el diccionario lexicoon de la lengua española con respecto a esta palabra.
Individualismo, sociedad, miedo, humano, ética, posmodernidad, globalización, transformación, inequidad, desregulación, libertad.
¿Pero qué demonios es esto?
¿Una lista de requerimientos, o la necesidad de excluirlos de nuestra vida diaria?
¿Características esenciales de una sociedad en crisis en busca de una nueva forma de enfocar su convivencia, su interacción entre sus semejantes? ¿Intencionalidad?
¿Subversión?
¿Alternabilidad?
“El Episcopado Latinoamericano no puede quedar indiferente ante las tremendas injusticias sociales existentes en América Latina, que mantienen a la mayoría de nuestros pueblos en una dolorosa pobreza cercana en muchísimos casos a la inhumana miseria” (…)
(…) “Sobre el continente latinoamericano Dios ha proyectado una gran Luz que resplandece en el rostro rejuvenecido de su Iglesia”. (…)
No sé, nadie lo sabe en definitiva, cuál será nuestro último adiós, nuestras últimas palabras, ese adiós que a diario y en silencio va tallando su inevitable destino a la sombra tenue de nuestra existencia.
Si la vida misma es incierta, la muerte ha de ser uno de los hechos más enigmáticos de la humanidad, una pérdida insustituible que, aun estando seguros de su llegada, nos aterra pensar que tarde o temprano nos llevará sin remedio alguno.
Era el 10 de abril de 2006, una fecha histórica para los inmigrantes, también, desde luego, para los estadounidenses que, atónitos, observaban por la televisión cómo ese inmenso espacio ubicado en el centro de Washington DC, próximo al emblemático obelisco, era ocupado lentamente por miles y miles de inmigrantes marchando en pos de una amplia reforma que los sacara de las sombras y mostrara sus verdaderos rostros.