Un ataque suicida contra una mezquita de un recinto policial dejó ayer al menos 59 muertos y 157 heridos, en su mayoría miembros de las fuerzas de seguridad en la ciudad de Peshawar, en el noroeste de Pakistán, un suceso que llevó a las autoridades a declararse “en estado de guerra” contra el terrorismo.
Al menos 25 personas murieron y otras 120 resultaron heridas en una explosión en el interior de una mezquita dentro del cuartel general de la policía de Peshawar, en el noroeste de Pakistán.