El narco uruguayo Sebastián Marset (32) llegó por primera vez a Bolivia en 2018 y desde entonces coordina los envíos de grandes cantidades de droga a Europa en coordinación con el Primer Comando Capital (PCC) de Brasil y la mafia italiana Ndranghenta. Cinco años después, se ha convertido en uno de los hombres más buscados por la DEA, Interpol y Europol, además por la justicia de cinco países.