Inyecciones de aceite agrandan los músculos
El diario italiano Corriere della Sera publicó un artículo advirtiendo sobre una nueva y peligrosa práctica en el mundo del fisicoculturismo: las inyecciones de aceite Synthol para agrandar los músculos.
Hasta hace poco, el Synthol era utilizado por los deportistas para untarlo en el cuerpo y dar un aspecto brillante; sin embargo, en Estados Unidos y Gran Bretaña se han presentado varios casos de complicaciones por la inyección de este aceite directamente a los músculos.
El Synthol es una sustancia aceitosa compuesta en un 85 por ciento de ácido graso, el 15 por ciento restante es lidocaína y alcohol benzoico. Una vez inyectado, en el cuerpo se deshace el 30 por ciento del Synthol, el resto puede permanecer hasta por cinco años.
La aplicación médica del Synthol (hallada en los 90) ayudó a corregir leves desproporciones musculares, pero cuando se inyecta directamente en el músculo, el aceite provoca un abultamiento desproporcionado del mismo. Se dice que es un abultamiento porque en realidad la masa muscular no aumenta, sólo se infla .
En el mejor de los casos, las inyecciones de Synthol pueden provocar atrofia muscular, pero los efectos pueden llegar a ser tan graves como un paro cardiaco, cuando la sustancia entra por error en el torrente sanguíneo. Este uso del aceite incrementa el riesgo de formación de trombos y quistes, además de parálisis de las fibras musculares.
Efectos
Los efectos del Synthol pueden compararse con los del silicón con la diferencia de que el silicón es una sustancia inocua desde el punto de vista biológico, mientras que el aceite que se inyecta es peligroso.
Los expertos aseguran que es fácil encontrar la sustancia a la venta en Internet, donde un frasco de 100 mililitros se cotiza entre 200 y 300 dólares.
Un problema extra es que el Synthol no se considera una sustancia prohibida, pues en sí misma no es peligrosa, lo que constituye una amenaza es su uso incorrecto.