Los perros y su alto nivel de inteligencia
Estos últimos años se han realizado investigaciones sobre los perros y la manera en que éstos conciben el mundo. Se ha descubierto que sus capacidades cognitivas se asemejan a las de un niño.
Desde principios del siglo XX se conoce que los canes tienen una capacidad asombrosa de retener y recuperar la información. El truco de buscar objetos es una muestra de que pueden identificar las cosas y recordarlas por sus nombres.
Además, no es simple memoria lo que hacen. Por ejemplo, si se pide a un perro que busque una pelota, pero se esconde la que siempre solía buscar, verás que el canino deducirá el tipo de objeto al que te refieres y te traerá alguna otra pelota u objeto similar.
El psicólogo Paul Bloom, de la Universidad de Yale, en New Haven, hizo el siguiente experimento: Puso varios libros junto a algunos juguetes que los perros no habían visto antes. Entonces, ordenó al animal traer un “juguete”. Inmediatamente el perro le entregaba cualquiera de los juguetes, pero luego le comandó traer un “no juguete”. En ese caso, y demostrando la inteligencia del canino, el perro le alcanzaba un libro, de acuerdo al portal Muy Interesante.
Los perros son capaces de imitarnos, un factor fundamental para el aprendizaje social. ¿Alguna vez viste a un perro abriendo la puerta con ayuda de su pata? Este tipo de hábito son copias de las acciones que ven regularmente en los humanos.
Su habilidad para adaptarse, por otra parte, es totalmente impresionante. Los perros lazarillos, por ejemplo, se las arreglan para comunicarse con sus dueños pese a que éstos no pueden verlos. Han aprendido a usar sus lenguas para transmitirles información a sus humanos. Y eso no es todo, se ha demostrado que estos animales se guían por la mirada de las personas para saber quién puede verlos y quién no.
En cuanto a su nivel de empatía, no es sorpresa que los perros traten de consolar a sus dueños cuando los notan tristes. Es más, hasta puede notarse que se afligen y desesperan por lograr que el pesar se vaya. Entre ellos mismos, se ha visto que prefieren confortar a sus compañeros que han sufrido alguna agresión y no hacer caso a los que vencieron en la trifulca.
Los bostezos son otra muestra de empatía. Así como los humanos se contagian los bostezos, los perros también son propensos a esta respuesta. Haz la prueba y bosteza junto a tu perro, cuanto más cachorro sea más fácil será conseguir que bostece.
El vínculo que el perro genera con el humano es lo más importante para activar su sentido de protección y despertar su empatía. No subestimes a su mascota, es más lista de lo que parece.