Fencomin rompe diálogo con el Gobierno y exige negociar con Luis Arce
Los cooperativistas mineros de la Federación Nacional de Cooperativas Mineras (Fencomin) abandonaron ayer las negociaciones con el Gobierno tras una reunión fallida en las oficinas de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). Los dirigentes exigen dialogar directamente con el presidente Luis Arce, mientras el Ejecutivo insiste en resolver el conflicto a nivel ministerial.
La reunión se suspendió abruptamente cuando los representantes de Fencomin condicionaron la continuidad del diálogo a la presencia del mandatario. El ministro de Minería, Alejandro Santos, convocó a los cooperativistas a retomar las negociaciones anoche en YPFB, pero estos se mantuvieron firmes en su postura. “Instamos a agotar el diálogo con los ministros antes de escalar al presidente”, señaló Santos.
“Si el Gobierno tiene voluntad de solucionar, debe ser con el presidente Arce. Seguiremos movilizados y llegarán más compañeros”, advirtió Víctor Mena, dirigente de Fencomin. Como medida de presión, los cooperativistas, principalmente del norte de La Paz, bloquearon el acceso a edificios públicos, como la Corporación Minera de Bolivia (Comibol), causando caos vehicular en el centro paceño.
Demandas claves
Los mineros reclaman mayor acceso a combustibles a precios accesibles y el suministro de materiales explosivos sin incrementos, esenciales para sus operaciones. Según fuentes del sector, las cooperativas enfrentan una reducción del 50% en la dotación de diésel, lo que paraliza sus actividades y amenaza la subsistencia de miles de familias. La escalada del conflicto refleja las tensiones entre el sector cooperativista y el Gobierno, en un contexto económico marcado por el desabastecimiento y la inflación.
El pliego de Fencomin incluye 19 demandas, entre ellas la regularización de contratos mineros y la derogación de normativas que restringen sus operaciones, según reportes de medios locales. Los cooperativistas también denuncian que el aumento en el precio de explosivos, como la dinamita, ha elevado sus costos operativos en un 30% en el último año, afectando su competitividad. Estas demandas se suman a un historial de fricciones, como el reciente enfrentamiento en Sorata, donde seis personas murieron en un conflicto entre cooperativas por el control de yacimientos auríferos.
La movilización en La Paz podría extenderse, ya que Fencomin amenaza con convocar al “100% de sus bases” si no se atienden sus demandas.