El fútbol boliviano hacia una nueva era
El nuevo federativo tendrá, entre muchas otras tareas, la de limpiar la imagen de la entidad, tan golpeada por hechos de corrupción, a la vez de aplicar los recientes cambios a sus estatutos
Finalmente el fútbol nacional tendrá unidad y será impulsado por una matriz única. Un aspecto con el que muchos idealistas de este deporte soñaron, pero como una cuestión que se veía muy lejana de ocurrir y, por qué no decirlo, prácticamente imposible de consensuar, dados los múltiples intereses que se mueven en torno a la bien llamada “pasión de multitudes”.
Esa es la principal conclusión a la que llegaron los más de 30 asistentes al congreso extraordinario que reunió a la crema y la nata de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF), la Liga del Fútbol Profesional Boliviano (LFPB), y de la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), la pasada semana en Cochabamba: la necesidad de unir a las tres entidades para conformar un solo grupo mandamás que integre a todas las actividades del balompié en Bolivia.
Ello no sólo por un análisis conciencial, sino porque así lo demanda desde hace un tiempo la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA), y porque el esquema boliviano necesitaba un giro en cuanto a adaptarse a los tiempos modernos que corren, así como era imperante incorporar a nuevos actores que giran en torno al balompié, como el caso del fútbol de salón, de playa, femenino, plantel arbitral, entrenadores y otros.
Con la nueva normativa, plasmada en el cambio de estatutos aprobados en el congreso de Cochabamba, el fútbol nacional será dirigido por una sola cabeza: desaparecen la Liga Profesional del Fútbol Boliviano (LPFB) y la Asociación Nacional de Fútbol (ANF), para estar al mando de la FBF, que se manejará a través de un par de brazos operativos denominados división del fútbol profesional y división del fútbol aficionado.
En ese marco, y siguiendo los flamantes reglamentos, el próximo 11 de agosto Bolivia conocerá al nuevo presidente de la Federación Boliviana de Fútbol, quien entre los requisitos para postularse tendrá que haber sido dirigente de cualquiera de las instituciones mencionadas, además de contar con un currículum de antigüedad en torno a los quehaceres futboleros de al menos diez años, de los cuales los últimos cuatro exista manejo dirigencial activo.
El nuevo federativo tendrá, entre muchas otras tareas, la de limpiar la imagen de la entidad, tan golpeada por hechos de corrupción, a la vez de aplicar los recientes cambios a sus estatutos. No será tarea fácil sobre todo porque pocos son los nombres que se barajan para asumir semejante reto y responsabilidades, al menos entre los representantes de la dirigencia antigua; por ello es fundamental apuntar a un cambio generacional e integral, en el que el fútbol boliviano y su manejo pueda apuntar a la profesionalidad, transparencia e independencia.
Con ello el Comité Ejecutivo de la FBF pasará a tener siete miembros: un titular, dos vicepresidentes y cuatro directores, exigiéndose en esta nueva etapa la presencia femenina al menos en una de las carteras mencionadas, con lo que el organismo reconoce la importancia de la mujer como figura organizativa, y se abre a la paridad de género, aunque en porcentajes aún quede mucho camino por recorrer.