La ley del boomerang
Me dirigía a una reunión de trabajo y de camino encontré a un amigo que aprecio mucho; después de tomarnos unos minutos para compartir algunas palabras, al momento de despedirnos él, con mucho cariño, me deseó que me vaya bien y que todos mis proyectos sean prósperos.
Han pasado varios días y ayer me volví a encontrar nuevamente con este amigo, quien me comentó lo que sintió cuando me dio buenos deseos para la semana. Dijo que esto le ayudó a atraer a su vida muy buenas vibras y le salieron bien sus proyectos.
Compartir esta experiencia me hizo recordar que existe una ley universal que hace referencia a que el universo tiene equilibrio y que cuando nosotros no la tomamos en cuenta y tendemos a romper esta regla, todo se nos puede venir encima. Este principio se denomina la ley del boomerang que dice: todo lo que das regresa. Algunos la pueden entender como la ley de la causa y el efecto o como la ley del karma.
En este punto me permito recordar que es este tema una de las siete leyes espirituales del éxito que describe el doctor Deepak Chopra en sus estudios.
Expresiones comunes como “la vida es un boomerang” o “efecto boomerang” se centran en las acciones de las personas. Todas estas acciones, pensamientos o sentimientos que se siembren, sean positivos o negativos, regresan a la vida de la persona y, en ocasiones multiplicados.
Es por ello, que el ser humano debe realizar acciones buenas y siempre mantener pensamientos positivos para atraer únicamente hechos positivos. Asimismo, el ser humano debe realizar siempre el bien sin mirar a quien, tomando en cuenta que todo lo que siembra en la vida será regresado tarde o temprano, es decir, si siembra el bien cosechará el bien, de lo contrario, recibirá el mal.
Esto quiere decir que todo lo que hacemos pone en movimiento una causa y ésta trae una consecuencia, positiva o negativa, que dependerá de la causa puesta en movimiento. No existe el azar, la buena suerte o la mala suerte, sólo resultados
Lo importante de este conocimiento es que cambiemos las causas que están provocando las situaciones infelices que no queremos en nuestra vida. Al cambiar las causas conseguiremos tener el efecto deseado que es nuestra felicidad, y las causas se cambian a través de los pensamientos, los sentimientos, las acciones y la palabra positiva.
Finalmente, me toca decir que si de alguna forma no creemos en esta ley porque no se cumplió con nosotros, al hacer el bien o desear cosas positivas el resultado positivo puede llegar a nuestros hijos padres o hermanos, lo que le volvería a dar valor a esa norma universal.
Coach de vida
Columnas de DANIEL GUZMÁN SANCHA