Derechos humanos y populismo
No se trata de criticar o justificar las actitudes del Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS). Simplemente, los hechos muestran que este partido, cuando está en el poder, no respeta los derechos humanos. Por esto mismo hay un profundo rechazo a los regímenes que no siguen los elementos fundamentales de la democracia representativa que dan lugar al Estado de derecho. En Bolivia, como en otros países con gobiernos populistas, se justifican las detenciones ilegales de ciudadanos que tienen convicciones diferentes a las de los partidarios del régimen del presidente Arce Catacora que, cuando era candidato, dijo que Bolivia seguirá el mismo camino de la dictadura cubana.
En nuestra sociedad hay diferencias políticas profundas y para el MAS los opositores siempre están equivocados, y siempre están al servicio del “imperio”, negando que el extremismo viola los derechos humanos, lo que sucede cuando un régimen adopta el populismo que alienta el Grupo de Puebla, al que el MAS está afiliado.
Ahora, se trata de que, en nuestra región, en el Perú, hay un gobierno populista. En su gabinete hay partidarios de la guerrilla extremista más sangrienta de nuestro continente: Sendero Luminoso. Y salta a la vista que, tras los resultados muy estrechos en las recientes elecciones peruanas, el nuevo Gobierno tiene ministros, entre ellos su primer ministro, Guido Bellido Ugarte, que hacen alarde de su apoyo a las dictaduras populistas de Venezuela y Nicaragua y al gobierno comunista de Cuba. Estos extremistas peruanos también están del lado de Sendero Luminoso.
El MAS apoya a las dictaduras en nuestro continente. Por ello busca en nuestro vecino, una entente que la civilidad lamentaría profundamente, ya que entre el Perú y Bolivia hay mucho en común: fuimos aliados en una guerra.
El diario limeño El Comercio, en su edición del 5 de agosto último, reproduce una exhortación: “Al cumplirse la primera semana del presidente Pedro Castillo en el poder, el Defensor del Pueblo, Walter Gutiérrez, le dirigió una carta a través de la cual lo exhortó a reevaluar las designaciones del Gabinete Ministerial, liderado por el congresista Guido Bellido (Perú Libre), quien es investigado por la Fiscalía por el presunto delito de apología del terrorismo”.
Es ingenuo pedir a los populistas que abandonen su torpeza en el manejo del Estado y la represión constante de los que piensan distinto. Por ello, “Hay que advertir que no se trata de que se oponga, o no, a un gobierno populista, sino que, cuando se violan los derechos humanos, cualquiera que sea el régimen, el rechazo es significativo”.
Los gobiernos populistas, con mucha frecuencia, premian a sus militantes con cargos en la administración pública. Y cuando el Estado contó con grandes ingresos, en una época que difícilmente se repetirá, los oficialistas no tuvieron ningún reparo en el derroche y en avalar la corrupción.
El autor es exembajador de Bolivia
Columnas de MARCELO OSTRIA TRIGO