El que nace pa’ tatú…
Pudo ser redactada con más precisión en su segundo numeral, pero estamos en Bolivia, de tal manera que la “ley maldita” (según el diputado Héctor Arce) se aprobó con un texto que, más adelante, puede generar problemas porque “seguramente eso se busca”, a fin de imponer el interés de una mayoría que ayer mostró ser más grande de lo que el iracundo Arce dio a conocer, pero eso será más adelante, de manera que, a prepararse para hacer lío en 2024, desde septiembre en adelante.
Como sea y, pese a todo, quedó así:
“I. En base a los datos oficiales del Censo de Población y Vivienda, que emita el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el Órgano Ejecutivo efectuará la nueva distribución de recursos de coparticipación tributaria a partir del mes de septiembre de la gestión 2024.
“II. El Instituto Nacional de Estadísticas (INE) remitirá al Tribunal Supremo Electoral los datos oficiales del Censo de Población y Vivienda, conforme a la fecha del parágrafo precedente, para que se elabore el Proyecto de Ley de distribución de escaños, conforme al Artículo 146 parágrafos V, VI y VII de la Constitución Política del Estado y la Legislación Electoral vigente, que se aplicaría en las próximas Elecciones Generales en el Estado Plurinacional de Bolivia”
Cuestionamiento al numeral II: ¿Por qué se hace una ley de carácter condicional cuando se refiere a un artículo constitucional que ordena que “la distribución de escaños entre los departamentos se determinará en base al número de habitantes que arroje el Censo Nacional de Población y Vivienda, (artículo 146 e incisos citados por el texto)? ¿Por qué dice “se aplicaría”, cuando el texto constitucional es taxativo y no da lugar a dudas? ¿Qué se pretende? ¿“Trampear en la distribución” en búsqueda de “justicia distributiva y equidad”, cuando la CPE ya legisla sobre ello?
¡Por favor ! Repárese en que los otros numerales del mismo artículo 146 de la CPE, tomando en consideración que algunos departamentos perderán representantes por la “movilidad social”, tan alta en los últimos años, generada por la expulsión a causa de la pobreza de los ciudadanos de sus territorios, establecen que “por equidad” la ley asignará un número de escaños mínimo a los departamentos con menor población y menor grado de desarrollo económico, es decir, ahí está todo establecido; no se está legislando para el futuro, sino que ésa es la CPE por la que el gobierno de Morales mató a tres personas en La Calancha (los tres fueron asesinados a bala el 24, 25 y 26 de noviembre de 2007), de manera que la intención del masismo, al redactar el texto de la ley del censo (primera estación, falta que suba al Senado), embosca la posibilidad de un nuevo estallido social, seguramente en 2024, sobre todo si el texto, usando el “aplicaría”, dice que “en las próximas elecciones generales”, sin establecer que éstas se van a celebrar en 2025. El texto les permitiría la oportunidad de argumentar que la “próxima” también podría ser la de 2030. Ambiguo por demás el texto, no conlleva ninguna obligatoriedad, en un país gobernado por un partido de evidente tentación totalitaria, como es el que está en el gobierno.
La ley se aprobó por más de dos tercios y así será enviada al Senado. Se votó en secreto, lo que significa que el miedo a Evo Morales deja de ser tal cuando no se está obligado a expresarse públicamente. De acuerdo con los medios, hubo dos votaciones: la primera, con 93 votos de aprobación, 23 de rechazo, dos blancos y un nulo; la segunda, a las 4:00, fue así: 91 aprobaron, 25 rechazaron, dos (tal vez tres) en blanco y no hubo voto nulo.
Si tomamos en cuenta la sarta de estupideces proferidas por “Quintanita 2”, la nueva estrella de combate de Morales, Héctor Arce, el evismo constata que va de retro y, en los hechos, lo único que le queda es la agresión, el insulto y amedrentamiento. Desde Chapare, Arce reconocía la división: “Ellos” (de Arce) son 42 (diputados) y “nosotros” (el evismo), 35, pero sólo 23 se mantuvieron en la línea, lo que significa que la correlación de fuerzas en diputados deja a Comunidad Ciudadana en segundo lugar, con 39 diputados (ninguna de las votaciones muestra a Morales con mayor fuerza). Y aunque los números son más especulativos que definitivos, probablemente el Parlamento podrá ser un espacio en el que el acuerdo circunstancial, la negociación, es decir, los mecanismos que la democracia prevé, para su realización real, se puedan practicar.
Repárese que pocas veces, desde 2009, la oposición fue capaz de modificar sustancialmente (aunque se haya mantenido la ambigüedad) un proyecto de ley del masismo, ése es un tema que se debe reconocer.
Viene el Senado y la pregunta se cae de madura: luego de ver lo ocurrido y, saber lo que piensa Andrónico Rodríguez, ¿qué va a hacer el evismo? ¿Aprobar la ley? ¿O enfrentarse a otra derrota, como la de Diputados? En el Chapare deben estar pensando que hay un riesgo muy grande de perder así, en las dos estaciones. ¿Punto para Arce? ¡Al fin uno!, debe haber dicho la madrugada del sábado.
Arce: Pocas veces se ha visto en este país un Presidente tan mediocre políticamente, hace días que no se sabe qué piensa o dice, desde que permitió que un minero en Cochabamba hablara de guerra civil, amenazando a Santa Cruz; sólo un mal presidente se regodea con aquello, pero está claro que su imagen es muy baja: Diagnosis lo midió en Santa Cruz y del 100% de los consultados (persona a persona) le da una calificación de -96, mientras que solo hay uno que dice positivo, el 3 por ciento no respondió. Esa baja calificación sólo es superada por Richter, que tiene -97, lo que debiera ser un daño calculado y mediría eficiencia (parachoques) si no fuera la alta calificación negativa del Presidente, del cual el mundo se debe estar preguntando: ¿35 días de paro por un censo? ¿Violencia de Estado (violación de DDHH) por un censo? ¿Quién es el tal Arce? Pero, también lo deben estar mirando los organismos financieros y los prestamistas “buitres”, que son los únicos que prestan plata a incapaces y desesperados como él, porque cobran lo que quieren; ¿problema de él? No, nuestro, el Presidente es malo y les recuerdo que estará hasta 2025, así que… no hagan olas, el pozo ciego está lleno, hasta la nariz del pueblo.
Diputado Héctor Arce: vaya odio y resentimiento que tiene con Santa Cruz. “Qsuiere acaparar poder político y económico”, dice, refiriéndose a nosotros porque la ley, hecha por Evo Morales (escrita por los españoles de Podemos), establece de antemano las reglas de distribución y que queremos acaparar la plata de los otros departamentos, cuando tampoco fuimos los cruceños los que hicimos la Participación Popular, que establece que el desembolso es automático en función del número de habitantes en cada departamento. Debieran preocuparse de por qué hay departamentos que se están vaciando, de por qué hay provincias sin gente; digo: si se miran para dentro y analizan por qué se va la gente, ¿no sería mejor que envidiar al que es capaz de mejorar, pese a que tiene a un Estado en contra?
Y lo último, me dirijo al diputado Arce: nosotros no nos quedamos con la plata de nadie; supimos invertir nuestras regalías y tuvimos desde el primer momento una clase política inteligente, un muy buen sector agropecuario y empresarial y trabajamos con éxito alianzas público-privadas; ése es nuestro mérito, no depender del Estado; hoy estamos con problemas en lo político, nuestras autoridades locales no están a la altura, pero no se preocupe, no vamos a achacar al Gobierno por eso; el error es nuestro, pero suplimos con los otros sectores… quédese tranquilo.
A ver qué pasa, el panorama ya no es malo, pero…el que nace pa’ tatú, se muere cavando.
Columnas de CARLOS F. VALVERDE BRAVO