Nuestra economía: una “maravilla”
Sin entrar en datos estadísticos, datos comparativos o datos porcentuales sobre lo que es el andamiaje de la economía nacional —que en muchos casos el ciudadano de a pie no los comprende a cabalidad— esta vez es necesario reflejar cómo marcha nuestra realidad económica en las calles donde, por cierto, no anda nada bien para la mayoría de la población boliviana.
Claro que para el gobierno central y para esa gran masa de servidores públicos que trabajan en la administración del Estado, nuestra economía anda una “maravilla” en el cotidiano vivir. Para ellos no pasa nada, el costo de vida no tiene alza, todo está fríamente controlado y sin “novedad en el frente”.
¿No qué éramos o somos una economía blindada? y ¿qué así se caiga el cielo en nada nos afectaría? Definitivamente ese mito de nuestro Modelo Económico Social Comunitario y Productivo se va cayendo día que pasa, y no está dando respuestas de solución a la asfixia económica que atraviesa una gran mayoría de la gente en su vida cotidiana.
El presidente Arce Catacora y su equipo económico, encabezado por el ministro Marcelo Montenegro, dan a entender que no se dan la molestia de visitar, un fin de semana, los mercados o centros de abasto donde ahí realmente se mide cómo marcha nuestra economía “maravilla”. Fin de semana que pasa los precios de los artículos de primera necesidad y que están contemplados dentro de la canasta familiar suben, afectando el bolsillo de la gente de a pie que no encuentra un trabajo estable y digno.
Nuestra economía anda tan mal, que para darse cuenta de ello no se requiere ser un estudioso o tener una formación académica en esa área del conocimiento. Eso se lo ve o se lo puede palpar cada día que transcurre. Las aceras de las avenidas, calles o plazas llenas de vendedores o comerciantes informales, sin que la ciudadanía pueda caminar holgadamente por las mismas.
Cada vez está creciendo la masa humana de desocupados, quienes no pueden encontrar una fuente laboral estable que les permita planificar su futuro y el de su familia. No por nada también está creciendo la delincuencia, aspecto que se constituye como un escape ante la impotencia, de personas jóvenes y adultas, de poder contar con un trabajo decente.
Personas nativas que se dedican a pedir limosna en las vías públicas también va creciendo —sin contar a venezolanas/os que llagaron al país en los últimos años producto también del mal manejo económico en su país por parte de su presidente dictador Nicolás Maduro— ¿dónde queda la reducción de la pobreza, de la que tanto se ufanan y gritan a los cuatro vientos tanto Evo Morales como el presidente Arce Catacora?
Para ser claros, tampoco en la propia administración pública hay estabilidad económica. La mayoría de los/las servidores públicos son contratados como consultores de línea o consultores por producto, cuyos contratos laborales sólo duran unos cuantos meses o, siendo más optimista, hasta fin de cada gestión. Sin que gocen además de beneficios sociales como un seguro de salud, aguinaldo, vacación, sin permisos laborales algún motivo de urgencia, entre otros aspectos. ¿A eso se puede llamar estabilidad laboral?
Es común y lamentable ver en los mercados populares, donde se vende un almuerzo relativamente a bajo precio de Bs. 10 que estaría al alcance de todo bolsillo, que el mismo no alcanza para toda una familia. Es penoso ver ahí mismo por ejemplo que una madre o un padre, por decir con solo dos hijos, tiene que pedir un solo almuerzo para tres bocas. Ya me imagino cómo será si una familia cuenta con más miembros.
Esas cosas desastrosas que pasan en las calles de nuestro país dicen claramente la cruda realidad de la economía nacional. Situaciones que no las ven las autoridades nacionales que manejan las finanzas del país. Por eso mismo, sería deseable que tanto el presidente Luis Arce, como su gabinete económico por lo menos una vez al mes visiten y almuercen en los mercados populares junto al pueblo que tanto dicen representar en sus encendidos discursos. Ahí se darán cuenta que mucha gente no tiene qué comer.
Es hora de que las autoridades nacionales y muy en especial los del ministerio de Economía y Finanzas Públicas, mejoren la situación económica de la población en general, porque caso contrario, eso será un gran argumento para el principal opositor que tienen —el jefe de su propio instrumento político Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales— se encargue de bajarlos del poder.
El autor es comunicador social
Columnas de JUAN CARLOS FERREYRA PEÑARRIETA