Bitcoin: el experimento en El Salvador
El Salvador fue el primer país en reconocer estatus de moneda de curso legal al bitcóin, y la Ley Bitcoin llegó a ser un ejemplo de política pública a ser adoptada por países en desarrollo, poco después, la República Centroafricana puso en práctica una medida similar, ahora, Estados Unidos estudia la forma de implementar una reserva estratégica en criptoactivos.
Sabemos que el ciclo de adopción del bitcoin comenzó con programadores seguidores de la cultura ciberpunk, ingenieros informáticos y gente que operaba en las redes de internet buscando eludir la presencia del Estado, estos fueron los primeros en adoptar tempranamente la criptomomeda, posteriormente, ingresaron usuarios curiosos de la tecnología y las transacciones, el tercer ciclo de adopción se da con grandes instituciones de inversión como MicroStrategy, BlackRock, Fidelity, etc., y en el cuarto ciclo de adopción tenemos a los estados, acumulando y viendo la viabilidad de tener sus reservas estratégicas como si se tratara de “oro digital”.
El Salvador impulsó ese ciclo de adopción y supo posicionarse en el ecosistema blockchain, paso del anonimato en materia tecnológica a estar presente en el mapa de atracción de capitales, la “Ley Bitcoin” fue un elemento clave para esto, pero la tecnología disruptiva causó la alarma del establishment, el Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó duramente el rumbo salvadoreño y finalmente ganó, se procedió a cambiar la ley con la condición de entregarles préstamos, en una suerte de ambigüedades.
El bitcoin ya no es moneda oficial en El Savador, pero tiene curso legal, la ley ya no obliga al Estado cobrar tributos en el criptoactivo, su uso queda en la esfera privada del intercambio entre ciudadanos y empresas privadas, su aceptación es completamente voluntaria, hasta ahí uno podría decir que todo está bien porque el bitcoin es de uso libre y voluntario.
Pero recordemos que hace poco, Bo Li, subdirector gerente del FMI defendía lo opuesto, el uso de las monedas virtuales de los bancos centrales CBDC, control y vigilancia monetaria, y consideraba que el bitcoin perjudica la implementación de las CBDC.
Los “bitcoineros” todavía creen que El Salvador sigue siendo: un bitcoin country (país bitcoin), es más, están esperanzados en que el crédito obtenido del FMI sea para comprar más bitcoin, El Salvador compra todos los días ese criptoactivo, pero John Dennehy, líder de Mi Primer bitcoin, un programa educativo salvadoreño, cree que el FMI es el villano con el cual no se debería tratar y que las condiciones del préstamo no implican la compra del activo digital con esos recursos.
Al momento de escribir este artículo, los resultados del experimento son los siguientes: El Salvador tiene 6.056 Btc (bitcoines), lo que equivale a 615.308.858,08 dólares estadounidenses a un tipo de cambio de 101.603,18 dólares por Btc siendo el precio del Btc 101.603.
Con un precio promedio de compra de 46.069,23 dólares por cada Btc desde octubre de 2021, resulta una ganancia del 120%. Estos resultados no se muestran por los medios de comunicación convencionales, ni lo dice el FMI, menos los economistas estatistas, ¿por qué?
Es verdad que el bitcoin no fue proyectado por Satoshi Nakamoto para que lo usen los bancos ni los estados, de eso no hay duda, la visión de Nakamoto elimina al tercero intermediario, concentrándose en las transacciones de persona a persona, pero no podemos dejar de lado los resultados políticos, este experimento también nos muestra como creció el turismo salvadoreño en un 70%, gracia a lugares como Bitcoin Beach donde los criptomillonarios pueden gastar sus “satoshis” y los taxistas y camareros beneficiarse de ello.
No solo eso, grandes empresas como Google, Strike, Tether USDT han decidido abrir sus oficinas en San Salvador, porque junto con la Ley Bitcoin se implementó la Ley de Fomento a la Innovación y Manufactura Tecnológica que exime de impuestos y aranceles aduaneros al uso de la tecnología por 15 años, un acierto.
Stacy Herbert y Max Keiser encargados de la Oficina Nacional de bitcoin (Onbtc) de El Salvador se mantienen optimistas con el avance del experimento, ellos sostienen que bitcoin pasa por cinco etapas: el descubrimiento, el reconocimiento de su potencial, el uso como medio de pago, su consolidación como reserva de valor y, la hiperbitcoinización, ¿ese será su rumbo en el mundo?, no sabemos, pero este experimento estatal ha fijado seriamente los ojos de miles de personas en esa tecnología de reserva de valor, autocustodia, soberanía y libertad individual.
El autor es representante del Instituto Libertad, Capitalismo y Empresa (ILCE)
Columnas de LUIS CHRISTIAN RIVAS SALAZAR