Ahogados en mierda
Aquella mañana, Ofelia Orcajo despertó embadurnada de sudor y pálida de la impresión, su espanto no era para menos, la noche anterior había soñado que se ahogaba en mierda.
El susto se hizo mayúsculo cuando abrió los ojos y se supo despierta, porque al inhalar el aire de la mañana percibió un inconfundible olor a porquería. Su primera idea fue que en algún andar peregrino pisó, sin quererlo, la gracia que olvidó llevarse el dueño de algún can, pero tras revisar sus calzados descartó aquel mal paso.
Como el aire seguía inundado de aquel aroma más similar al rancio que al podrido, Ofelia Orcajo pasó a olerse las axilas, y si bien encontró allí un olor extraño mezcla de desodorante y mala noche, no halló parangón alguno entre la pestilencia que la rodeaba y su fragancia de humana trasnochada.
Poco tardaría Ofelia Orcajo en recordar las razones y complejidades de la pestilencia que la invadía por arriba y por abajo, porque de dudar si era ella la que maltrataba el ambiente, pasó a recordar que hace una semana nadie recogía la basura.
Así estaba la Cochabamba de abril de aquel año del Bicentenario: ahogada en mierda.
Dos días antes, Ofelia Orcajo había pasado por las cercanías de los contenedores de basura y vio cómo se formaban las montañas de basura que contenían las inmundicias que vamos dejando en el camino todas las personas.
ーLa vida apesta ーatinó a decir en aquel momento.
Aquella misma tarde su propio sentido común la obligaría a darse cuenta que el problema de la basura se reflejaba en los malos hábitos de una ciudadanía que lo mismo tiraba los pañales que las ramas de árbol o los desechos de cristal, o la mala gestión de las autoridades públicas que poco hacían para dar soluciones reales y preferían llenarse los bolsillos con las coimas de turno o dedicarse a sus campañas y ambiciones personales.
Ofelia Orcajo se bañaría con abundante agua y jabón para tratar de sacarse el olor de mierda, pero sus intentos serían vanos, pues aquella pestilente desgracia quedaría impregnada en todo y en todos por largo tiempo.
https://ronniepierola.blogspot.com/
Columnas de RONNIE PIÉROLA GÓMEZ