En Bolivia ya operan 13 radares, de los que siete son de uso militar para combatir ilícitos como el narcotráfico. Dos “corredores” de vuelos ilegales fueron identificados y la labor de control con los aviones K-8 estará en estas zonas, para detectarlos, obligarlos a aterrizar y en última instancia, de forma excepcional, derribarlos de darse el caso, informó el ministro de Defensa, Edmundo Novillo.