Un mundo afectado por el supercapitalismo implica un mundo afectado por la exacerbada competencia entre los individuos. Ser cada vez mejores física, cognitiva, moral y emocionalmente es la meta promedio en las diversas sociedades de la aldea global. Lo que paulatinamente empezó a cambiar hasta niveles no soñados hace dos o tres décadas es el cómo. La apuesta posmoderna trasciende el ya estandarizado consumo de medicamentos y suplementos para potenciar su rendimiento físico, sexual y nemónico, o para regular los desequilibrios emocionales.