La Gobernación y la Alcaldía de Sacaba realizan una valoración técnica de las dos lagunas artesanales que provocaron el desastre en la comunidad de Laquiña.
Las intensas lluvias y la falta de trabajos en las dos lagunas que causaron una riada mantienen en vilo a la comunidad de Laquiña, que quedó sepultada por el lodo y piedras el pasado domingo, según un recorrido por la zona.
La falta de mantenimiento de dos lagunas artesanales, la ausencia de control a la explotación de agregados y la construcción de viviendas en las franjas de seguridad de un río detonaron el desastre en la comunidad de Laquiña en Ucuchi, en Sacaba, según los testimonios de los pobladores y de las autoridades.
Completamente secas, con el suelo resquebrajado y con poca agua o a punto de desaparecer, así están tres de las seis principales lagunas que convirtieron a Vacas en la tierra del pejerrey, la papa y el agua.
La laguna Alalay se muestra más contaminada, la fetidez ha aumentado y sigue con varios sectores secos pese a las primeras lluvias que se han registrado.
La laguna de Coña Coña, en la zona del mismo nombre al oeste de la ciudad, está seca, con el fondo erosionado, como si fuera un desierto, según un recorrido realizado en la zona.