
LA MADRIGUERA DEL TLACUACHE
Pensé que el asunto del beso —que el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales le plantó a la jugadora Jennifer Hermoso durante la entrega de trofeos en la final del Mundial femenino— se desvanecería antes de que me tocara volver a la columna. Pero ya que aún no aparecen otros episodios con las suficientes dosis de frivolidad y polémica, aquí vamos.
Entré, como lo hago frecuentemente, a la pequeña cafetería en la que además de tomar café escribo parte de esta columna. Como soy clienta asidua, el vínculo con la cajera ya es uno “entre conocidas”. Así que extrañé no verla las dos últimas veces. Resulta que su madre estaba enferma y había pasado unos días cuidándola. A mi pregunta sobre la edad de la convaleciente -pues temía que fuera una anciana desvalida-, la respuesta de la muchacha fue: “Ya es mayorcita, tiene 48 años”.
Un jurado de Londres acaba de absolver a Kevin Spacey de los nueve delitos de agresión sexual que pesaban en su contra. El actor estadounidense enfrentaba cargos por “delitos sexuales históricos” que habrían sucedido entre 2004 y 2013.
Hubo una vez un monarca al que llamaban Rey de Corazones. Debía su apodo a la soberana de un reino cercano, cuyo mal carácter y maneras autoritarias hicieron que Lewis Carroll la describiera como “una furia ciega”. Él se comportaba como la Reina de Corazones: a la primera ofensa (que se convertía en tal porque así la sentía) se apresuraba a cortar cabezas.
Semanas atrás se inauguró la Casa del Hombre del Oriente, una más de la fundación nacional que busca ayudar a las víctimas masculinas de violencia intrafamiliar. En los primeros días, la institución recibió más de una decena de demandas de asistencia por parte de varones que habían sufrido maltrato, tanto físico como psicológico.
No hablaré del tiempo, pues sobre él se ha escrito ya tanto. En filosofía, en literatura, en astronomía. Hablaré de su escasez, de los pocos momentos de completo ocio. Ese ocio que en su connotación griega (skholé) estaba vinculado a la posibilidad de descanso y reposo y que (entiendo por qué) era condición propia de la gente privilegiada: “la abstención de la necesidad de ejercer el trabajo útil o productivo y la posibilidad de dedicación a la contemplación, la meditación y la reflexión filosófica”.
“Querida Pilar, eres la candidata que necesita Valencia: una mujer sorda, bollera (lesbiana) y feminista”. Así alentaba la ministra de Igualdad de España, Irene Montero, a su correligionaria, Pilar Lima, a quien presentaba como candidata del partido Podemos a la alcaldía valenciana.
Por esas (no) coincidencias de la vida, a pocos días de celebrarse el Día Internacional Contra el Acoso Escolar (2 de mayo), dos adolescentes con discapacidad (no utilizo eufemismos que solo sirven para calmar conciencias y en nada mejoran la condición de desventaja de estas personas; y menos hablo de “gente con capacidades diferentes”, pues todos tenemos capacidades diferentes) fueron golpeados brutalmente en su colegio, en La Paz, hasta quedar con heridas en el rostro o las costillas fracturadas.