¿Los mensajes subliminales lavan el cerebro de los bolivianos?
¿Qué es un mensaje subliminal? Si bien hay definiciones bastante explícitas, probablemente una metáfora resulte esta vez más esclarecedora. La formuló hace más de 40 años uno de los más conocidos investigadores de esta materia, el comunicólogo Wilson Bryan Key. En su libro Seducción subliminal explicó cómo se envuelve el mensaje oculto a semejanza del jugoso trozo de carne que porta el ladrón para distraer al perro.
Es decir, de cientos de objetos y detalles que vemos en una imagen, ponemos nuestra atención en algunos, mientras varios otros pasan a nuestro inconsciente. Sucede lo propio con los sonidos y también, aunque en menor medida, con los otros sentidos. Estas percepciones dispersas y su permanencia en los trasfondos de nuestra psiquis han sido aprovechadas para buscar la manipulación de nuestras conductas y decisiones. Los detalles de una orgía sexual en la foto de una botella de Gin Gilbeys, una seductora serie de labios y bocas en el anuncio publicitario de una inocente muñeca Horsman, un generoso seno materno en la oferta de una vagoneta Ford… Mensajes placenteros, reconfortantees, de poder y prosperidad asociados a prácticamente la oferta de cualquier producto o todo lo contrario.
Técnicas antiguas
“Son técnicas a veces muy exitosas, normalmente inescrupulosas y peligrosas, sin duda —explicó el investigador boliviano Álvaro Alarcón, en una conferencia realizada hace más de 10 años—. Si bien hay antecedentes de ellas incluso desde hace siglos, sus expresiones sofisticadas empezaron algunos años antes de la Segunda Guerra Mundial. Ya las experimentó el poderoso sistema de propaganda del nacional socialismo hitleriano. Muchas de estas investigaciones y proyectos pasaron a las manos de la Agencia Central de Inteligencia de EEUU (CIA) y la KGB soviética. Y, cuando ya les sacó el jugo, quedaron en manos de grandes transnacionales mientras la inteligencia estratégica iba por nuevas metas”.
Al parecer el uso de esta arma psicológica pasó a ser financiado por los públicos de manera generosa y masiva. Así lo ha señalado otro investigador dedicado a la comunicación política y estratégica, el español Alejandro Pizarroso Quintero. Ha recordado, por ejemplo, cómo el sistema satelital que usó el Pentágono para articular la denominada “Guerra de las Galaxias” mutó para ser el eje de los servicios de Internet. Igualmente, según varios autores, las técnicas para emitir mensajes subliminales pasaron de los servicios de inteligencia a empresas como Coca Cola y la tabacalera Philip Morris. Luego, se convirtieron en toda una industria semiclandestina.
“Hay una constante polémica entre escépticos y conspiranoicos sobre la efectividad decisiva y peligrosa de los mensajes subliminales —dijo Marcelo Ocampo Lira, mercadólogo con maestría en psicología social—. Sin embargo, prácticamente, nadie niega que es posible transmitirlos. Los primeros concentran sus argumentaciones asegurando que se trata de efectos pasajeros que no exceden los 30 minutos. Recuerdan, además, que alguno de los principales denunciantes de la propaganda subliminal, como James Vicary, se retractó. Pero esos y otros argumentos han desatado una lluvia de contraargumentos, acordes a todos los intereses que se pueden tocar”.
¿Y las leyes?
Sobre el potencial de los mensajes subliminales un indicador significativo radica en el hecho de que varios países han promulgado leyes que prohíben expresamente su realización. “Es un tipo de publicidad ilícita. (…) son técnicas de producción de estímulos de intensidades fronterizas con los umbrales de los sentidos o análogas que pueden actuar sobre el público destinatario sin ser conscientemente percibidas”, dice, por ejemplo, la Ley de Publicidad española. Hasta el presente, 50 países procedieron a regulaciones y prohibiciones referidas a los mensajes subliminales. Bolivia no cuenta con ninguna normativa sobre esta materia.
“Hace 70 años se experimentó y aplicó técnicas y aparatos como el cuadro 25 o el taquitoscopio —relató Ocampo—. Lograron con ellos fijar información en el inconsciente de diversos públicos. Las personas reciben, procesan y transmiten información que no aparece conscientemente. De manera instintiva, las percepciones difíciles de manejar conscientemente suelen desviarse del consciente hacia el inconsciente. Así el humano se defiende a sí mismo del riesgo perceptivo que podría sufrir si este mecanismo inhibitorio no operara. Pero eso se volvió también una debilidad, y hoy la tecnología supera infinitamente a las prácticas de hace más de siete décadas”.
Según Alarcón, Ocampo y el propio Brian Key, la parte auditiva ha tomado sus propias características. Por ello, se complementa a lo visual con sonidos y vibraciones que también, más allá del espacio de percepción consciente, quedan grabados en el inconsciente y predisponen reacciones emocionales y mentales. Alarcón tuvo una experiencia explícita hace ya más de 40 años.
Sectas peligrosas
“Llegaron denuncias a la Policía Federal Argentina (PFA) sobre un vividor que se presentaba como religioso —recordó Alarcón—. Asistimos a sus prédicas que se realizaban en el estadio de Velez Sarsfield e incluían poderosos amplificadores y música. En la primera parte de sus mensajes este pastor creaba un notable ambiente de depresión y remordimiento, mucha gente lloraba al sentirse ‘pecadora’ y ‘malvada’. Ese tipo de sensaciones las sentí, eran contagiosas y pese a que descreía de las palabras me ganaban la tristeza y compunción. Luego, este personaje empezaba a hablar de la salvación y hasta provocaba ‘milagros’, obviamente fruto de arranques hormonales de los asistentes”.
Según el relato, el investigador y varios agentes volvieron al día siguiente de aquella sesión y revisaron todo el escenario y los instrumentos. En esa pesquisa hallaron una singular serie de pequeños reverberadores, instalada sobre todo en los reflectores y conectada al sistema de amplificación. Hipótesis confirmada: producían vibraciones de baja frecuencia. Este tipo de sonidos, sostenidos durante media hora o más, alteran el ritmo cardiaco y crean inestabilidad emocional.
“Detuvimos al predicador y le preguntamos sobre esos aparatitos —explicó Alarcón—. Respondió que eran inofensivos y solamente servían para mejorar la calidad del sonido. Pero cuando le planteamos que si aceptaba que encendiésemos esos aparatitos conectados a un parlante alrededor de él entró en pánico. Era lo que el jefe de aquella investigación sospechaba. Lamentablemente, es una técnica muy usada que tiene una larga historia”.
El investigador señala que el efecto de las vibraciones de baja frecuencia ya fue conocido por los guerreros incas cuando se enfrentaban a otros ejércitos. “Buscaban que la batalla sea en cañadones o quebradas —señaló—. Luego usaban ese instrumento conocido como ‘patitas de cabra’ y cientos de soldados empezaban a generar esas vibraciones. Entonces, poco a poco, el terror se apropiaba de sus rivales. Luego, en los siglos XIX y XX este efecto se ha usado en las ceremonias de degradación militar con redobles de tambor intensificados por ciertos artificios. Imagine que se castigue así una deserción o una traición. El efecto en la tropa resulta aleccionador”.
Negocios y política
Tanto Alarcón como Ocampo advierten que en Bolivia el uso descontrolado de mensajes subliminales resulta especialmente frecuente en grupos religiosos. A ello suman lo que llega a través de series televisivas, juegos en red y las películas 3D más las múltiples ventanas y canales que han abierto las redes sociales y en general la internet. Añaden que hay campañas y producciones que pudieron imponerse y burlar filtros y controles a nivel mundial. Remarcan, además, que eventualmente pueden generar muy peligrosos riesgos. “No dudemos de que hace mucho se han trabajado también estos mensajes, en “países amigos” a favor de algunos de nuestros políticos”, dijo Alarcón.
De hecho, en el caso de los juegos en red, a principios de diciembre, la revista Vice develó el financiamiento de un singular proyecto del Ejército de EEUU. La publicación digital que circula sobre todo entre Canadá y EEUU señaló con pruebas documentales el financiamiento militar a las empresas productoras de juegos como Call of Duty, Halo y streamers de Twitch y YouTube. El objetivo: atraer a jóvenes de la generación Z, especialmente latinos y afros, al reclutamiento porque este grupo etareo se mostró especialmente reacio a las convocatorias.
“Hay notorias campañas globales que, seguramente, las generan muy grandes intereses —señaló Ocampo Lira—. Esas ya vienen en grandes formatos y canales, tipo Hollywood, Disney, Netflix, etc. Por ejemplo, la relativización de valores entre lo que se considera bien y mal, a través de series de vampiros buenos o guapos y cosas así. O también, la humanización de estructuras mecánicas y superhéroes que generan otro tipo de aspiraciones en los niños, como una especie de robotización. Y, en medio de eso, la inducción al consumo y uso de cualquier variedad de productos y servicios. Ahí podemos hallar desde comida chatarra importada y costosa, pasando por alcohol, medicinas, drogas, turismo sexual, etc., etc., etc.”.
Asaltos encubiertos
Una especie de colosal supermercado que abre sus puertas virtuales para exprimir todo bolsillo o fascinar toda mentalidad. A propósito de estos negocios, investigadores como Raj Patel y Vance Packard definieron a los supermercados como espacios especialmente trabajados con mensajes subliminales. Packard, en su célebre texto Persuasores ocultos, señaló que no pocos compradores dentro de un supermercado llegan a niveles Z2 de hipnosis. Patel en su Obesos y famélicos describió las trampas que usan estos negocios para desatar el consumismo en los clientes.
“Música, colores, pantallas, muchachas atractivas, formas de organizar las ofertas (…) —recordó Ocampo_. ¿Ha visto cómo se desata el entusiasmo de los niños y muchas personas mayores cuando entran a un supermercado? Cuántos no van a comprar un paquete de queso y pan, pero salen con un manual para lavar mejor a las mascotas y el último champú de moda. Luego sufren una buena merma en su tarjeta o su billetera, como hipnotizados. ¿Por qué será, no?”.
Así, considerar las aplicaciones de estas técnicas en las diversas áreas de la vida humana probablemente abra una serie de susceptibilidades. ¿Qué hacer para enfrentarlo? “Saber discernir continua y constantemente”, dijo Alarcón. Y una celebridad de la comunicación que prologó el texto de Brian Key también lanzó un consejo.
Marshal McLuhan aconsejó: “Por lo tanto, todas mis recomendaciones se pueden reducir a una: estudie las formas de los medios de comunicación para extraer las suposiciones del reino subliminal no verbal con el fin de estudiar detalladamente y para predecir y dominar los propósitos humanos”.