Con comodidad, sin forzar en exceso a sus finalistas de Champions y con un Neymar que finalmente jugó, fue el corazón del ataque y anotó un doblete, Brasil se impuso hoy con comodidad por 1-5 a una Corea del Sur que pareció acusar los dos años que ha estado sin enfrentarse a rivales de peso por culpa de la pandemia.