400 familias cuidan el Tunari mientras otras lo queman y urbanizan
Mientras algunos asentados queman miles de hectáreas y presionan para urbanizar el Parque Tunari, otros comunarios en Vinto unen esfuerzos para recuperar las zonas de recarga hídrica.
Con la premisa de prevenir desastres y cuidar el medioambiente 400 familias del municipio vecino cultivaron 42.000 plantines en las cuencas Collpa y Keraya, en el área protegida.
“Hace tres años empezamos plantando manzanas y duraznos, ahora estamos sembrando pinos. Las plantitas están creciendo bien, porque tenemos ojos de agua para regarlas”, indicó el poblador Leandro Calle.
El cultivo masivo se desarrolla a través del proyecto “Cosecha Azul”, desde 2017, en seis comunidades que están a 3.600 msnm del Tunari.
La repoblación con especies exóticas y nativas en 45 hectáreas se implementa con apoyo técnico y financiero de la fundación Agrecol Andes, Coca Cola y Ceres Bolivia.
El 90 por ciento de las especies cultivadas logró “prenderse” en Collpa Cala Cala, Collpa Centro, Collpa Potrero, Keraya B, Keraya Centro y Playa Verde, según el responsable del proyecto, Tito Villarroel.
“Los árboles van a traer más lluvias, controlar vientos y cuando crezcan venderemos madera. Por eso quisiéramos que se amplíe el convenio unos cuatro años, porque este año acaba”, pidió Calle.
Villarroel contó que impulsan en el cuidado del parque en un inicio fue complicado, porque las familias se resistieron a participar de las campañas de reforestación.
Las dificultades se superaron con incentivos para los comunarios como la construcción de depósitos artificiales y sistemas de riego tecnificado que permiten a los agricultores producir papa, arveja, haba y cebolla varias veces al año. Los estanques se emplean también para la crianza de truchas.
“Estas actividades permiten un manejo integral de las cuencas, porque al mantenerlas verdes todo el año el suelo no se erosiona y esto permite captar mejor el agua de las lluvias y regular la filtración que incide en el caudal de los pozos”, explicó.
En una visita a dos comunidades se constató que actualmente padres e hijos trabajan en la reforestación con entusiasmo y alegría.
En Collpa Cala Cala ni el frío ni la lluvia impidieron que los comunarios se reúnan para recibir 5.100 plantines, herramientas y alimentos.
Similar experiencia se vivió en Collpa Centro donde se entregaron 3.600 plantines.
Se evidenció que los árboles están en óptimas condiciones y que la gente colocó cercas para evitar que vacas y ovejas las dañen.
Los pobladores mostraron con “orgullo” las plantaciones que a la larga se convertirán en bosques. Un comunario incluso sostuvo que su familia sembró 3.000.
Algunos plantines ya superan el metro de altura. El monitoreo para evaluar el crecimiento es permanente y las especies que se adaptaron son: pinos, retamas y algunas kewiñas y alisos.
Los resultados de las tres campañas de reforestación son considerados exitosos en Vinto en comparación con las hechas en Cochabamba, Quillacollo, Tiquipaya y Sacaba en los últimos cinco años, en los que sólo el 10 por ciento de las 107 hectáreas que se cultivaron sobrevivieron.
La otra cara
A diferencia de lo que pasa en Vinto, en la ciudad, Sacaba y Tiquipaya se intentan consolidar 22 urbanizaciones nuevas que afectan zonas de recarga hídrica, pese a que esta acción está fuera de norma.
Las obras se intensificaron luego que hace dos semanas las 29 juntas vecinales protestaron en contra de Sermap. Elfec y la Alcaldía.
Se conoció que solo en Sacaba la Alcaldía aprobó 13 urbanizaciones en el área protegida, pese la norma.
PUNTOS DE VISTA
"Quisiéramos que nos sigan apoyando para que las mujeres podamos contribuir en el sustento de nuestras familias. Necesitamos que nos capaciten en otras actividades". Angela Estrada. Comunaria.
"Estamos contentos con la reforestación porque esto nos permite proteger el medio ambiente y en siete años podremos aprovechar la madera de los pinos". José Luis Ágreda. Poblador.