Holanda: un pequeño gran país
Holanda con su cultura del orden y del trabajo prospera y nos brinda un claro ejemplo de exitosa tenacidad frente a elementos adversos
El Reino de los Países Bajos (Holanda, con su capital Ámsterdam) tiene apenas 41.543 kilómetros cuadrados, algo así como la tercera parte de la superficie del departamento de La Paz y ostenta más de 17 millones de habitantes con una densidad de 408 personas por km2. Lo de “bajo” es porque la mitad del país está a sólo un metro sobre el nivel del mar y el resto por debajo. El talentoso esfuerzo de los holandeses logró ganarle al océano esas tierras, las que se preservan vía complejos tramados de canales y diques. Holanda es famosa por sus tulipanes, sus tradicionales vacas y derivados lácteos, como también por sofisticados productos industriales y una gran actividad portuaria centrada en Rotterdam. Holanda es además sede —en La Haya— de la Corte Internacional de Justicia.
Holanda es un país altamente desarrollado y con provisión de múltiples servicios sociales para su población. Lo que pocos saben es que esa pequeña nación ocupa el segundo lugar del mundo como exportador de vegetales comestibles. El primero lo tiene la gigantesca China, pero claro, contando con 1.400 millones de habitantes y más de 10 millones de km2 de superficie. Asimismo, Holanda ostenta el cuarto lugar entre los exportadores de fruta luego de Estados Unidos, España y Chile.
La crónica nos informa que entre los productos que exporta Holanda —aparte de sus tradicionales tulipanes— sobresalen papas, cebollas, vegetales comestibles y flores diversa. Un impresionante 44 por ciento del comercio mundial de productos florales le pertenece a los Países Bajos. Además los holandeses son líderes en el desarrollo de invernáculos inteligentes dotados de robots, plataformas móviles, iluminación y reciclaje de agua. De esa forma logran generar más energía de la que consumen y protegen el medio ambiente.
He aquí un pequeño gran país que pese a su mínima dotación de recursos naturales ha logrado sobresalir en varios campos de la industria y de la agropecuaria. En el pasado los holandeses fueron poderosos navegantes y exploradores. Varios grupos emigraron hace más de tres siglos hacia Sudáfrica y fueron llamados boers. Hoy, ya superada la vergüenza del apartheid del pasado, conviven armoniosamente con la mayoría negra en un régimen democrático. Los holandeses colonizaron Indonesia y cruzaron otros puntos del globo en sus incesantes viajes. Inclusive fundaron Nueva York, urbe que recién se denominó así una vez adquirida por los ingleses. Originalmente sus fundadores provenientes de los Países Bajos la bautizaron como “Nueva Ámsterdam”.
Mientras Holanda con su cultura del orden y del trabajo prospera y nos brinda un claro ejemplo de exitosa tenacidad frente a elementos adversos, países dotados de grandes extensiones territoriales e inmensas cantidades de materias primas y con escasa población languidecen o crecen muy poco. Son interrogantes que quedan flotando, para quebradero de cabeza de sociólogos y antropólogos…
El autor es excanciller de Bolivia, economista y politólogo
Columnas de AGUSTÍN SAAVEDRA WEISE