¿Se dividirá el Movimiento al Socialismo?
Siempre hay que esperar que entre los miembros de una institución, especialmente en los partidos políticos, haya disidentes, sea que discrepan con el manejo institucional o con la línea que siguen sus dirigentes y, en algunos casos, con la propia ideología partidaria. Esto sucede con mayor frecuencia en nuestro país. A los que cambian de partido se los llama tránsfugas, independientemente de las razones del cambio. Claro que también hay deshonestos que buscan solamente estar junto al poder.
Recientemente han surgido en el Movimiento al Socialismo figuras que discrepan con la forma violenta de actuar del Gobierno. Otros son los que añoran los 14 años en los que gozaron de enormes ventajas y ahora esperan lo mismo del nuevo gobierno masista de Arce Catacora.
Un personaje que capta simpatías de muchos masistas, pese a sus afirmaciones fuera de toda lógica elemental como que “las piedras tienen sexo”, es el actual vicepresidente, quien, poco a poco, se va distanciando de la dura línea populista de Evo Morales, de quien se dice que es el que define las acciones del presidente Arce Catacora.
Tomado del diario digital La Prensa de La Paz, léase lo que dice el vicepresidente Choquehuanca, mientras Evo Morales se dedica a atacar a los opositores:
“Vamos a promover las coincidencias opositoras para buscar soluciones entre la derecha y la izquierda, entre la rebeldía de los jóvenes y la sabiduría de los abuelos, entre los límites de la ciencia y la naturaleza inquebrantable. Debemos superar la división, el odio, el racismo, la discriminación entre compatriotas, ya no más persecución a la libertad de expresión, ya no más judicialización de la política”.
Más aún: “Ya no más abuso de poder; el poder tiene que ser para ayudar, el poder tiene que circular, el poder, así como la economía, se tiene que redistribuir. La justicia tiene que ser verdaderamente independiente, pongámosle fin a la intolerancia a la humillación de los derechos humanos y de nuestra madre tierra”.
Con estas afirmaciones del vicepresidente Choquehuanca en favor de la libertad y el entendimiento ciudadano –que no practica el actual gobierno– se puede dar un probable cisma partidario.
Otra circunstancia que seguramente preocupa a los militantes conscientes del MAS es la incomprensible resistencia de la cúpula partidaria a la nominación de la expresidenta del Senado Nacional, Eva Copa como candidata a alcaldesa municipal de la ciudad de El Alto, precisamente uno de los más importantes bastiones de ese partido. El resultado fue que Eva Copa abandonó ese partido y, en cambio, la cúpula masista designó como candidato oficial del MAS al exalcalde Zacarías Maquera, malestar entre los masistas de El Alto. Finalmente, Copa ganó ampliamente esa Alcaldía, como candidata de otro partido.
Seguramente hay descontentos en diversos otros sectores del MAS por los yerros del actual Gobierno, por los malos resultados en su gestión, como la lucha contra la pandemia de Covid-19, y por el advenimiento de un grave deterioro de la economía nacional.
El autor es exembajador de Bolivia
Columnas de MARCELO OSTRIA TRIGO