Al 2022, casi el 40% de la deuda pública externa, o cerca a 5.290 millones de dólares, fue destinada a actividades extractivistas o relacionadas con ellas, de acuerdo con el estudio Amazonía boliviana: Entre la deuda, crisis climática y el extractivismo, realizado por la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC) y la Red Latinoamericana por Justicia Económica y Social.