
DEBAJO DEL ALQUITRÁN
El anuncio del ministro de Hidrocarburos y Energías acerca de que el Gobierno no podrá cubrir la demanda interna de gasolina y diésel regularmente, por falta de divisas, pone de manifiesto con rigor lo que hemos venido señalando y advirtiendo desde hace mucho tiempo.
El deplorable episodio que protagonizo Trump con el presidente Zelenski de Ucrania, en el Salón Oval de la Casa Blanca, pone de manifiesto el extravió de la diplomacia norteamericana.
Sin duda, desde la asunción de Trump, la diplomacia norteamericana ha experimentado abruptos cambios que, en gran medida, no responden a una estrategia política global, ni a la defensa y consolidación del orden mundial que lidera Estados Unidos (EEUU) desde el fin de la guerra fría.
La expresión del título está presente en el lenguaje cotidiano de muchos países en latinoamérica. También está presente, de manera muy particular, en nuestro país. Ciertamente, su utilización e interpretación, tienen varias dimensiones.
Por un lado, la frase es utilizada para referirse a personas que repiten lo que otros dicen. Son como el loro, que solo imitan y repiten las palabras sin comprender lo que están diciendo.
Deliberadamente no utilizo el término “partido”, pues en Bolivia, una gran parte de ellos, ademas de las agrupaciones ciudadanas —que cuentan con el reconocimiento del Tribunal Supremo Electoral (TSE)—, no pasan de ser una simple sigla que se puede ofrecer a la venta o en alquiler a precios de mercado.
El buen funcionamiento de la democracia dependerá siempre de la calidad de los representantes que conforman el Parlamento. Esa calidad determinará que la democracia, como la mejor forma de gobierno, alcance su plenitud, o se pervierta y degenere.
En el nacimiento de la democracia, en Atenas, por el número reducido de ciudadanos se prescindió de los representantes. Los ciudadanos decidían directamente los asuntos de la polis.
Con frecuencia, en los conceptos se confunde mucho entre régimen político y gobierno. Hay una propensión a entenderlos, equivocadamente, como si fueran lo mismo. Sin embargo, sus diferencias son sustanciales.
Cuando se habla de régimen político, las referencias son: el estilo y la forma del poder, expresado en reglas, normas y valores que determinan la competencia y el ejercicio del poder. Casi siempre, las reglas fundamentales están escritas en la Constitución. Por ello, es más amplio y duradero.
Desde el 21 de febrero de 2016 (21F), continúa la debacle política de Evo Morales, y su caída en picada. En 2024 le arrebataron la sigla y en 2025, ante la sublevación de Andrónico Rodríguez, lo más probable es que pierda también a sus bases cocaleras. La rebelión, entonces, no solo será de Andrónico, cuya candidatura se perfila como un tsunami, también será de sus bases.
Vaya sorpresa de este año. En los escenarios proyectados no estaba este desenlace. Es decir, la “traición” de Andrónico y la rebelión de sus bases.
Este 22 de enero, el Movimiento al Socialismo (MAS) completara 19 años en el ejercicio del poder, con un breve interregno, entre el 2019 y 2020, producto de la crisis que provocó la expulsión de Evo Morales del poder, quien gobernó los primeros 14 años.
A su vez, el Estado Plurinacional, propiciado por el MAS y Evo Morales, que tiene inicio el 22 de enero del 2010, en el primer mandato con la nueva Constitución, cumplirá 15 años. Ambos, el proceso de cambio y el Estado Plurinacional, tienen una relación umbilical.
La suerte de Venezuela se definirá en función del desenlace que podría significar el cuestionado juramento de Nicolás Maduro para su tercer mandato presidencial, en un ambiente de rechazo generalizado. El 10 de enero del 2025 y su deriva, definirán el ingreso de la dictadura chavista a una fase más autoritaria con características totalitarias o la recuperación de la libertad y la democracia.
Ciertamente, cuando hablamos de 2025 el tema electoral cobra importancia de primer orden. Será, políticamente hablando, un año sumamente dinámico y complejo, lleno de variables interactuando de cara al resultado final.
Los candidatos y fuerzas políticas, las campañas, las masas movilizadas, los debates, los ataques y la guerra sucia, los medios de comunicación, las redes sociales y las nuevas tecnologías, serán factores y lugares de intensa interacción.