Cuando la ansiedad toca a tu mascota

Como si fuese el spoiler de la serie del momento, empezamos mencionando el desenlace del artículo: tal como los seres humanos, las mascotas también padecen de ansiedad y ésta puede ser tratada no sólo con ejercicios, sino también con homeopatía, esencias florales e incluso acupuntura. Si estás leyendo esto, seguro tienes un miembro peludo de la familia en casa que alegra y pone color a tus días. El confinamiento también lo afecta, por lo que tienes una importante responsabilidad con su salud integral.

“Los perros y gatos, como mamíferos que son, comparten mucho más de lo que pensamos con nosotros y, aunque no sepan hablar, se comunican, se relacionan, sienten y hasta maquinan con inteligencia. Cualquiera que los tenga en casa, los conocerá lo suficiente como para saber que sienten sus emociones igual que las sentimos nosotros”, manifiesta el veterinario de Naturavet Carlos Vitale.

Detalla que nuestros compañeros de cuatro patas pueden sentirse apenados y tristes, impacientes, avergonzados, resentidos, miedosos o iracundos y, por supuesto, ansiosos.

La adiestradora profesional cognitivo emocional y la propietaria de la empresa de servicios caninos Happy Puppies, Valeria Villarroel, expone que el confinamiento también afecta a nuestros perros. Detalla que las consecuencias del encierro para ellos son:

• Acumulación de energía. Al no tener la posibilidad de realizar sus paseos habituales que éstos se vean muy reducidos e incluso inexistentes, los perros acumulan energía. Esto puede traducirse en problemas de conducta.

• Dificultad en mantener las conductas higiénicas. Villarroel comenta que muchos perros que viven en departamentos están muy acostumbrados a hacer sus necesidades en la calle y, al no poder salir, les toca hacerlas dentro de sus casas. Esto puede resultarles confuso y hasta incómodo, ya que es natural mantener su "refugio" y área de comer limpios.

• Estrés. Causado por acumulación de energía, el cambio de rutina y el ambiente en los hogares.

•Ansiedad por separación e hiperapego. “Al pasar mucho tiempo con ellos, sin actividades de calidad y en un ambiente poco común y de estrés, es muy fácil que los perros sufran de ansiedad por separación y se genere un vínculo de hiperapego no saludable”, manifiesta la experta.

¿Y QUÉ PASA CON LOS GATOS?

Villarroel señala como posible que, al haber un cambio abrupto en su vida (por el incremento de movimiento, ruido y personas en casa) se estresen y se escondan. También apunta como que puedan tener conductas “agresivas defensivas”, no coman, estén más irritables u orinar en lugares inadecuados.

Vitale aclara que los gatos son menos expresivos. “Los amantes de los gatos sabemos que, aunque tengan otros códigos de comunicación, un gato expresa perfectamente sus emociones. Sólo hay que observarlos con detenimiento para percibirlas y escuchar lo que nos cuentan”, adiciona.

¿CÓMO RECONOCER LA ANSIEDAD EN ELLOS?

Vitale remarca que como personas nos cuesta ser empáticos con nuestra propia especie, por lo que detectar una emoción como la ansiedad en nuestros animales se hace aún más complicado.

Explica que la ansiedad deriva del miedo ante una circunstancia que nuestro inconsciente no está sabiendo resolver o adaptarse. “Generalmente, aparece cuando vivimos el resultado negativo y doloroso de una experiencia sin que se haya producido aún tal experiencia”, acota y resalta que esto funciona de igual forma en los humanos, como en el resto de las especies evolucionadas. Explica que de esta forma se activan las alarmas que hacen que sintamos esa presión en diferentes partes de nuestro cuerpo, pero en especial en el pecho o en el estómago. “No pueden expresar sus sensaciones, tal como nosotros lo hacemos. Pero sí podrán hacerlo de otras maneras, pudiendo así ayudarles a rebajar su nivel de estrés y ansiedad, mejorando por tanto su armonía y previniendo muchas enfermedades”, indica el experto y menciona las siguientes señales generales de ansiedad en ellos:

•Alteraciones del comportamiento repentinas.

•Mayor excitación ante eventos que antes no los alteraban: llorar o ladrar en las noches o cuando sus dueños se ausentan.

•Destrozar o romper cosas que no solían romper.

•Hacer sus necesidades fuera de los lugares habituales.

•Lamido o rascado insistente de alguna parte de su cuerpo.

•Aumento desaforado de su apetito o disminución notable del mismo.

•Físicamente, subraya que la ansiedad puede producir caída del pelo excesiva, pero que no se debe confundir con las mudas, erosiones, lesiones o prurito (picor) de la piel.

•Gastritis o úlceras gástricas.

•Falta de aire y de atención en las cosas.

•Insomnio.

•Extremidades frías.

Villarroel resume a la ansiedad como una emoción negativa que enfoca la atención del perro en la posibilidad de que suceda algo malo para él. Remarca que, en estos tiempos de confinamiento, los perros sufren específicamente de ansiedad por separación. Apunta que podemos reconocerla con las siguientes señales concretas (algunas ya mencionadas pero propias de este tipo de afección):

•El perro no tolera pequeñas salidas de su tutor (día de compras, recibir un pedido en la puerta de casa, salidas de emergencia).

• Ladra, llora, aúlla o destruye cosas.

•Persigue a su tutor por toda la casa y necesita contacto y atención constante.

•Se lo nota intranquilo y nervioso al darse cuenta de los preparativos a la salida del tutor.

Los expertos ya confirmaron que nuestras mascotas sienten emociones y padecen dolores como nosotros, no pueden hablar ni llamar por sí solos a algún especialista. Sin embargo, no debemos rendirnos ante este panorama. ¿Qué podemos hacer por ellos? Luego de reconocer las señalas es imprescindible actuar.

CUESTIÓN DE MOVIMIENTO

Como adiestradora canina, Villarroel comparte los siguientes consejos para mantener a raya la ansiedad de los perros. La clave de todos ellos está en el movimiento:

•Juegos de olfato y juguetes interactivos. Actividades en las que los perros deben utilizar la nariz para buscar comida, premios o juguetes (lo que le interese más) y resolver problemas simples. “Además de gastar energía y solucionar problemas, les ayuda a tener más autonomía, seguridad y mejora su gestión emocional”, remarca la experta.

Como juegos fáciles propone: esparcir sus croquetas en el piso o darles una botella de plástico con agujeros y rellenarla con comida (para que, al moverla, salga por los orificios). Tomar un cuadrado de tela, en un extremo colocar unas hilera de premios y enrollar; se puede repetir un par de hileras y seguir enrollando (también se podría meter este rollito en los cilindros de cartón del papel higiénico).

Respecto a los juguetes interactivos, explica que existe una variedad en el mercado con diferentes dificultades. Normalmente, se los puede rellenar con la misma comida que los juegos de olfato y otros admiten rellenos más pastosos y diversos.

•Entrenar. “Podemos aprovechar de enseñar algo de obediencia que ayuda mucho para fortalecer el vínculo. Siempre y cuando sea respetuoso con el perro y él también se divierta aprendiendo”, sugiere.

•Mantener una rutina. Villarroel subraya que es importante tratar de mantener sus horarios de comida o darle las actividades sugeridas en el horario destinado para su actividad diaria. “Si no se suele dedicar un tiempo a esta actividad, es una buena oportunidad para crear el hábito”, añade.

•Consultar con un profesional. La especialista remarca que, si bien con las actividades sugeridas podemos ayudarlos a gestionar mejor sus emociones, existen casos más complejos que son aconsejados para trabajar con un profesional. Por ejemplo, comenta que ellos cuentan con un protocolo desarrollado específicamente para tratar la ansiedad.

Villarroel expone que lo ideal con los gatos es ofrecerles enriquecimiento ambiental: que tengan superficies altas para subir, rascadores, juguetes y, sobre todo, que se respete su espacio. Además de ofrecerle lugares tranquilos y alejados, donde se puedan esconder (si quieren), para casos más complejos añade que existen difusores de feromonas que facilitan ello.

ESENCIAS FLORALES Y REMEDIOS HOMEOPÁTICOS

Vitale explica que existen una variedad de remedios para ayudar a nuestros animales a restaurar su paz y su armonía:

•Aceites esenciales. El especialista se refiere a éstos como una “magnífica herramienta”, más aún si tenemos en cuenta la importancia que tiene el sentido del olfato en ellos, especialmente en los perros. Apunta que la lavanda y algunos cítricos como la mandarina, la bergamota o el limón son usados para sedar y activar el sistema parasimpático (relajante). Recomienda utilizarlos con un difusor en la habitación donde duermen o también impregnando unas gotitas diluidas en aceite de almendra en el collar o en su camita.

•Esencias florales. “Son también una gran ayuda para restaurar la armonía emocional de nuestros animales”, asegura. Aconseja utilizar, por ejemplo, la flor de Impatiens o Agrimony, que son ansiolíticas con un rápido efecto; la flor del castaño dulce (sweet chestnut) cuando la ansiedad está siendo expresada con mucha angustia y de Chicory, cuando el origen de la ansiedad está en la separación con sus dueños.

•Remedios homeopáticos. El nitrato de plata (Argentum nítricum) es un gran remedio para la ansiedad por anticipación, dice. Pero si se manifiesta gran angustia con miedo, Vitale aconseja el Gelsemium sempervirens. Si el animal está demasiado excitado, el café homeopático, Coffea cruda, podría ser su remedio. Sugiere que si la ansiedad sobre todo es en la noche, su remedio podría ser el anhídrido arsenioso (Arsenicum album). El especialista explica también que las hierbas sedantes como la raíz de valeriana, la flor del azahar (naranjo) o la pasiflora pueden ser suministradas, principalmente en forma de tintura hidroalcohólica (para más comodidad).

•Acupuntura. “Una de las mejores herramientas de ayuda para tus amigos peludos”, destaca. Nuestras mascotas también pueden aprovechar los beneficios de la medicina tradicional china.

“No faltan maneras de ayudarles, siendo ésta una forma de devolver la fidelidad y el amor que nos procesan. Como parte del hogar, son seres que llegan a nuestras vidas a enseñarnos y hacernos compañía, por lo que practicar el Ayni con ellos nos convierte automáticamente en mejores personas”, reflexiona Vitale.

LOS ERRORES MÁS COMUNES

Villarroel señala que los principales errores que cometemos con los perros son:

•Estar todo el día con él. “Es posible que luego desarrolle problemas emocionales”, dice. Recomienda intentar que pase momentos solo en los que esté tranquilo y descansando.

•No hacer nada para motivarlo ni ayudarlo cuando padece algo.

•No pasearlo ni darle actividades entretenidas para hacer.

•Sobreestimulación. De acuerdo a la experta, excederse con las actividades también es un error. “La idea no es frustrarlo, agotarlo ni generar una rutina de muchas actividades que, cuando se vuelva a la normalidad, no se pueda mantener”, advierte.

Respecto a los gatos, advierte tener cuidado con:

•Sacarlos de su escondite. “Esconderse les da seguridad, hay que darles tiempo y dejar que solos se animen a salir nuevamente”, dice Villarroel.

•Forzarlos a recibir caricias. Muchas veces están acostumbrados a estar solos la mayor parte del día y, al ser animales solitarios, asevera que recibir más atención y contacto les puede resultar chocante.

•Invadir los espacios que habitualmente disfruta solo. “Los gatos suelen dormir mucho y seguro tienen sus lugares favoritos en la casa. Si está descansando en algún lugar, dejarlo tranquilo a menos que sea muy necesario moverlo”, sugiere.

CONEXIÓN CON LA PERSONA

Vitale resalta que los animales están tan conectados con las personas que incluso pueden llegar a padecer enfermedades en relación a estados de ánimo y conflictos personales que nosotros no estamos sabiendo expresar. “Pueden comportarse como auténticos tampones bioenergéticos del sistema familiar”, subraya.

Explica que los perros están muy ligados al territorio y a la materia, por lo que podrán expresar con mayor facilidad las enfermedades del sistema. Mientras que los gatos son agentes transformadores de las alteraciones energéticas desarmonizantes, y seleccionarán en el hogar los lugares más conflictivos para situarse, como pueden ser los cruces de líneas Hartman y Curry, líneas energéticas que recorren el subsuelo de todo el planeta o bien se acostarán en aquellos lugares del cuerpo que de igual forma estén en conflicto (manifestado mediante el dolor o la tensión). “Siempre que tengamos un animal ansioso en casa, debemos también revisar nuestra propia ansiedad y la de todo el sistema familiar, puesto que vamos a poder hallar respuestas que permitirán resolver nuestras propias tensiones”, recomienda.