La Chiquitanía en riesgo
A los riesgos propios de la temporada seca, que cada año hacen temer que el fuego devaste los bosques de las regiones bajas, ahora se suma el conflicto que enfrenta en la Chiquitanía a los lugareños con los denominados “interculturales”, esos grupos afines al MAS que avasallan tierras con la complicidad de las autoridades nacionales y cuya codicia e impunidad parece no tener límites.
La situación es explosiva y podría agravarse sin una intervención transparente del Gobierno.
En efecto, anteayer, el Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif) de la gobernación de Santa Cruz constató que el 52% del territorio cruceño está en riesgo medio de incendios.
Peor aún, es en Santa Cruz donde se concentra el 77% de los 20.783 incendios detectados este año. La Unidad de Monitoreo e Información Geoespacial de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT) advierte de “un incremento histórico para los meses de mayo y junio (hasta el 17 del mes pasado)” de los focos de calor en el país. Y a pesar de ello, hace 10 días, esa instancia gubernamental amplió la autorización de “quemas controladas de desmonte y quema de pastizales” hasta el 31 de julio.
Y parece que esas “quemas controladas” pueden –en algunos lugares– ser incendios planificados, como lo demuestra el hallazgo que hicieron, hace tres días, efectivos militares y funcionarios ediles y de la ATB, de 21 llantas y otros tipos de materiales combustibles en el municipio de San Ignacio de Velasco. Poco antes, el Comité Cívico pro Santa Cruz había denunciado la presencia en carreteras de la Chiquitanía de llantas que arden con facilidad, y difundido fotografías de árboles caídos bloqueando accesos a las zonas con mayor riesgo de quema.
Las autoridades aseguran que militares, técnicos del municipio y de la ATB realizan patrullajes en toda la Chiquitanía con el fin de prevenir incendios.
Pero no es solo el fuego que amenaza con incendiar esa región. Anteayer, según un reporte de El Deber un anciano y un joven de San Ignacio de Velasco resultaron heridos en un enfrentamiento entre indígenas chiquitanos e interculturales, luego de que los afines al MAS ingresaron con maquinaria pesada a una comunidad autóctona para desmontar terrenos y abrir brechas en tierras asignadas por el INRA a los colonizadores, en franco desacato a la ley que prioriza a los habitantes locales.
Los chiquitanos, apoyados por autoridades de la gobernación y cívicos de Santa Cruz, están dispuestos a resistir el sistemático avasallamiento de sus tierras, perpetrado desde hace años por los interculturales.
La codicia de los avasalladores y la actitud, sospechosamente permisiva, de las autoridades nacionales amenazan con atizar más conflictos por la tierra.