La inflación, llamada por muchos el “impuesto de los pobres” por su repercusión en los sectores sociales más deprimidos, golpeó con fuerza a las economías de varios países latinoamericanos el año pasado y amenaza con ser nuevamente en este 2023 un dolor de cabeza para los Gobiernos que, incluso, puede agravar el problema de la migración irregular a EEUU.