10 hábitos saludables para perros
Brindarles un techo, comida y uno que otro mimo nunca será suficiente. A veces el título de “mejor amigo del hombre” lo cumple solamente el perro. ¿Sabes realmente qué necesita tu compañero de cuatro patas? ¿Estás dándole lo mejor?
“Vienen a nuestra vida a acompañarnos en un tramo de nuestro camino, pues siempre se van antes que nosotros, y así nos dejan una de sus grandes enseñanzas: nada menos que las despedidas. Se convierten en guardianes de nuestra casa, pero también en compañeros de juego, de paseos e incluso de penurias, así que ¿por qué no darles lo mejor?”, comenta el veterinario de Naturavet, Carlos Vitale.
La adiestradora profesional cognitivo emocional y propietaria de la empresa de servicios caninos Happy Puppies, Valeria Villarroel, acota que el mejor amigo del hombre también necesita distintos espacios y momentos, ya sea para juegos, entrenamientos o mimos.
“Llegan a nuestra vida a recordarnos que somos capaces de dar mucho amor”, reitera Vitale para demostrar lo mucho que nos dan.
A continuación, ambos expertos comparten 10 hábitos positivos para que los perros en casa estén sanos y se sientan más felices.
1. PASEÁLOS DIARIAMENTE
“Los paseos son sin duda uno de los hábitos más enriquecedores para nuestros perros”, afirma Villarroel. Recomienda que tengan mínimamente un paseo diario, en el que puedan explorar, oler y socializar. “Ideal sería poder brindarles periódicamente un paseo a un lugar nuevo o un paseo semilibre con una correa más larga (cinco metros o más)”, agrega.
Señala que los beneficios son varios, entre ellos que gasta energía, se habitúa a los ruidos y estímulos de la calle, desarrolla y satisface sus capacidades sociales, lo cual evita problemas de socialización, miedos o conductas destructivas por aburrimiento. Acota además que, si lo guiamos de manera adecuada y amigable, logrará una relación más armoniosa con su tutor.
2. FACILITA EL CONTACTO CON OTROS PERROS
“No olvides que no son de nuestra especie, aunque muchas personas los ‘humanicen’ y los traten como sus propios hijos. Los animales son parte del sistema y efectivamente deben de ser amados con mucha gratitud por lo que representan en el hogar, pero sus necesidades son otras a las nuestras”, subraya Vitale. Una de estas necesidades que menciona es la de socializar con sus congéneres, pues son animales sociables, con una clara disposición y necesidad de concretar relaciones con los de su misma especie.
Comenta que el miedo a que puedan pelearse o contagiarse de pulgas u otras enfermedades, o bien la falta de tiempo o ganas de sacarlos a un parque cercano, hace que los perros no tengan contacto con otros, lo cual crea individuos con problemas de socialización, gruñones, tímidos o apáticos, en definitiva, “infelices”. “Al fin y al cabo, lo que hacemos es proyectar nuestros miedos sobre ellos y ellos los absorven como esponjas”, expone.
3. TRATA DE DARLES COMIDA NATURAL
Vitale subraya que una ventaja es que esta comida es más económica y de mejor calidad que la industrial, pero requiere de más trabajo, no es tan cómoda. “El acto de cocinarles es ya de por sí una magnífica muestra de amor que ellos (aunque no lo creas) lo percibirán sin lugar a dudas”, destaca.
El veterinario advierte que los perros no comen lo mismo que las personas, ya que son carnívoros no estrictos, lo cual quiere decir que pueden comer una amplia variedad de verduras, alubias y frutas, además de la carne que constituye la base de su alimentación, aproximadamente hasta un 60 por ciento de su dieta.
Otra particularidad de su dieta es que no necesitan tres o cuatro comidas al día como nosotros. Explica que se bastan con una sola y recomienda un ayuno de vez en cuando para que puedan realizar su desintoxicación natural.
Existen balanceados (croquetas) de todas las calidades y Vitale, como profesional, señala la diferencia abismal entre los económicos y los de alta calidad (con precios que limitan su consumo). “Aunque sean de altísima calidad, siempre habrán perdido su ‘ajayu’ o energía natural, al ser sometidos a un proceso de desecado y estrusionado”, agrega.
4. ESTABLECE HORARIOS DE COMIDA
Villarroel aconseja que debemos establecer una rutina de alimentación tanto en horarios como en porciones.
Comenta que cada vez es más común la obesidad en perros y muchas veces el problema es que se les da comida cada que el plato está vacío o, al contrario, no sabemos si el perro no ha comido todo el día o si se siente mal.
Explica también que facilita el entrenamiento con la comida como un refuerzo.
“A los perros les es más natural tener que hacer algo para ganarse su comida. Una oportunidad de brindarles eso son los juegos de olfato y de ingenio, que no serían posibles si para el perro la comida no tiene ningún valor por tenerla siempre a disposición”, adiciona.
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5. SESIONES DE ENTRENAMIENTO
Villarroel indica que es importante enseñarles obediencia básica. “Además de facilitarnos la comunicación con nuestro perro, le ayuda a entrenar autocontrol, ganar autoestima y confianza. Además, gastar energía desde el trabajo mental o cognitivo que, sin duda, es muy necesario para su equilibrio”, adiciona la experta.
6. JUEGA CON ELLOS
Como buenos mamíferos, Vitale explica que el juego está en su información genética (como en la nuestra). “Si somos capaces de tomarlos como compañeros de juego no sólo aumentará su índice de felicidad, sino también la nuestra, pues estimulará la producción de dopamina (desarrolla la creatividad), serotonina (neurotransmisor contra la ansiedad y el estrés) y las famosas endorfinas (inductora directa de la felicidad y el bienestar)”, enfatiza. Agrega además que los niños en casa muchas veces no tienen con quién jugar y un perro puede convertirse en un “inseparable compañero de fechorías”.
El especialista indica además que el juego refuerza la relación entre los animales y sus dueños y facilita el crecimiento personal. “Sin duda, nos convierte en mejores personas”, resalta. Algunos beneficios a nivel físico que menciona son que estimula nuestro corazón y sistema circulatorio.
7. ¡MÍMALOS!
Villarroel apunta como importante también dedicar tiempo de calidad a nuestros perros: dándoles cariño, masajes o caricias, acciones que refuerzan el vínculo y se traducen en un perro más estable, sociable y con más predisposición para aprender e interactuar de manera adecuada. “Los perros son seres sociales y requieren de su grupo social para tener una vida plena. Se merecen ese tiempo dedicado a ellos”, resalta.
8.- NO INTERVENGAS EN SUS RELACIONES CON OTROS PERROS O MASCOTAS
“Los perros tienen memorias de jerarquía en su manada. En un perro doméstico también existe una manada, incluso aunque no tenga compañeros caninos con él…Somos nosotros”, dice Vitale.
Explica que en su estructura social y familiar existe la presencia de un líder, al igual que existen las hembras alfa o los machos alfa. “Existe una clara jerarquía que debemos respetar y no interferir”, subraya y recomienda no poner orden a lo que deben ordenar ellos, a pesar de nuestro “deseo de justicia”.
“El líder verdadero de la manada debes ser tú, pues igualmente necesitan un referente humano que les de seguridad y confianza en el lugar que ocupan en el hogar”, destaca el veterinario.
9. DARLES SU ESPACIO/ MOMENTOS DE CALMA
Villarroel señala que, así cómo debemos darles tiempo de calidad junto a nosotros, también debemos ofrecerles tiempo a solas, en un lugar cómodo, seguro y calmado. Donde nuestro perro pueda estar tranquilo y descansar sin ser molestado.
“De esta forma le damos tiempo a "digerir" situaciones, estímulos o emociones que no le hayan resultado placenteras. Descansa de manera adecuada, refuerza su autonomía y evitamos la sobreestimulación”, expone.
Villarroel subraya que la sobreestimulación es igual de dañina que la falta de estímulos y genera estrés que podría desencadenar en reacciones agresivas o miedos.
10. LA HIGIENE ES IMPORTANTE, PERO NO EN EXTREMO
Villarroel explica que la higiene es vital para prevenir problemas de piel. Además, se evita el exceso de pelo en casa y es una buena oportunidad para poder revisar a nuestro perro y darnos cuenta a tiempo de heras, dolores articulares, problemas en los oídos y garras en mal estado o encarnadas (este último aspecto será mejor identificado por un peluquero profesional).
Indica que la frecuencia del baño y cepillado en casa, así como en la peluquería canina, varía mucho de acuerdo al manto de la mascota, por lo que recomienda informarse respecto a sus características.
Vitale acota que su piel no es como la nuestra, pues dispone de una fina capa de grasa que protege la epidermis del exterior; el uso de jabones –sea cual sea el tipo– disuelve esta capa protectora, por lo que induce el asiento de hongos, bacterias o parásitos. En general, explica que podemos bañarlo una vez cada uno o dos meses, incluso tres si es que son de piel sensible o de pelo blanco.
Recomienda que se les puede bañar frecuentemente con productos no jabonosos que ejerzan un poder limpiador, pero que no lleguen a diluir las grasas y sean naturales, como, por ejemplo, la avena, el bicarbonato de sodio, los microorganismos efectivos (EM) o el té verde. “Un perro debe oler a perro, no a perfume”, enfatiza Vitale y advierte tener cuidado con productos perfumados y sus contenidos químicos, pues irritan y son alérgenos.
Emails: info@escuelaintegrando.com, v.villarroelp@hotmail.com