La vida y milagros de Carlos Ghosn
Después de más de 100 días de arresto, Carlos Ghosn, el máximo ejecutivo de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, el grupo productor de automóviles número uno del mundo, ha salido el día 6 marzo de la prisión de Kosuge (Japón) pagando una fianza de un mil millones de yenes o sea 7,9 millones de euros. Carlos Ghosn deberá permanecer en Japón para enfrentar, en algunos meses, un proceso por fraude fiscal y abuso agravado de confianza, cargos de los cuales él se declara inocente. Por otro lado, en Francia no se ha identificado ningún fraude fiscal de parte del patrón de Renault, según las declaraciones del ministro de finanzas.
La justicia japonesa acusa a Ghosn de ocultar al fisco entre 60 y 78 millones de euros de sus ingresos, en el periodo 2011-2015. Además, la fiscalía lo acusa de transferir a Nissan las pérdidas sobre sus inversiones en el otoño de 2008, así como de dar empleos ficticios en favor de su familia. Por estos cargos Ghosn puede ser condenado hasta a 15 años de cárcel. Nissan es también investigada por haber disimulado una parte de los ingresos de su director. Sus penas podrían ser sin embargo reducidas, porque es Nissan mismo que denunció su propia falta y originó la investigación al respecto.
El arresto de Carlos Ghosn constituyó el punto de partida de un escándalo de importantes consecuencias económicas y en particular de la caída hasta en un 8% del valor bursátil de las acciones de Renault. El “escándalo del siglo” es ilustrativo de las relaciones muy complicadas en el mundo de las empresas multinacionales y especialmente en la industria automotriz. Carlos Ghosn era a la vez presidente director general (PDG) de Renault (francés) y de Nissan (japonés) y creador de la alianza entre estas dos empresas incluyendo también a Mitsubishi.
Se trata de un sistema de participación cruzada. Renault posee 43,4% de Nissan, la misma firma que, en 1999, fue salvada de la bancarrota por Carlos Ghosn y que, a su vez, detiene el 15% de Renault. Cada uno de los constructores detenta el 50% del capital Renault-Nissan BV, una sociedad de derecho holandés cuya función principal es de mancomunar las compras y ser la concretización jurídica de la alianza entre las dos compañías. Desde fines de 2016, Nissan, por su lado, detenta el 34% de Mitsubishi, que por el momento no integra Renault-Nissan BV. Del lado japonés se lamenta el “desequilibrio histórico” de las participaciones. Sin embargo, ambas empresas se benefician del volumen de las ventas: 10 millones de coches al año (Nissan 5,8 millones, Renault 3,9 millones y Mitsubishi el resto).
Hay que hacer notar los montos astronómicos de remuneraciones que recibía Carlos Ghosn. Su salario anual en Nissan (ocho millones de euros sin contar primas y participación en acciones) era extravagante para los criterios japoneses donde los salarios de los patrones son mucho menos elevados que en Europa y en EEUU. La prensa japonesa tiene palabras duras hablando sobre Ghosn como alguien codicioso y exigente hacia sus colaboradores, mientras que el mismo se atribuía ventajas extraordinarias. Carlos Ghosn ha recibido también ventajas en Francia. Su matrimonio fue celebrado en el =====chateau==== de Versailles en octubre 2016 y solamente ahora su costo fue reclamado al “recién casado”. Su abogado declaró que Ghosn nunca recibió la factura (50.000Euros) y pensó que el favor era gratis.
De ascendencia libanesa, Carlos Ghosn nació en Brasil. Tras graduarse en 1978 en Francia, Ghosn pasó 18 años trabajando en varias plantas de Michelin, el primer fabricante europeo de neumáticos, en Francia y Alemania donde accedió a puestos ejecutivos. Su extraordinaria carrera como capitán de la industria siguió con la reestructuración de Renault a la cual devolvió su rentabilidad, la hazaña que luego repitió con Nissan. Ahora su carrera está terminada y solo le queda la codicia.
El autor es comunicador social
Columnas de STANISLAW CZAPLICKI