Repercusiones de una detención en EEUU
Según la versión difundida por los medios, primero se hizo seguimiento a las actividades financieras del sospechoso; después, al encontrar indicios suficientes, recién procedieron a detenerlo. Sucede al revés en la justicia subdesarrollada de países subdesarrollados: primero se encarcela y luego se averigua si es culpable. Ciertos sujetos, si bien admiran en secreto la eficiencia y la racionalidad, son incapaces de seguir el buen ejemplo de la justicia estadounidense.
Lo sucedido no es en realidad novedoso. El narcotráfico y la corrupción siempre se han disputado el primer plano de notoriedad escandalosa. Como se recordará, en 2011 fue detenido por la DEA, en Panamá, como narcotraficante, el exdirector de la FELCN, Gral. René Sanabria. En los años recientes, la constructora brasileña Odebrecht tendió una especie de trampa de sobornos a varios presidentes de Latinoamérica. Tal vez Perú fue el más afectado. El ex presidente Alan García prefirió entregarse a la muerte que a un grupo de fiscales que fueron a detenerlo. Se suicidó. La VIII Cumbre de las Américas efectuada en Lima en 2018, denominada Gobernabilidad democrática frente a la corrupción, parece ser un testimonio de esa gravedad.
Por lo que hace a Bolivia, no todos padecemos amnesia para olvidar la causa que motivó la expulsión del caudillo. Sin embargo, para los azules de hoy no hubo corrupción de gran magnitud, nunca. En noviembre de 2019, con el “golpe”, sólo se interrumpió la feliz época que vivía Bolivia; después se repuso la democracia y el derecho a la educación. ¡Una maravilla!
Es costumbre de los presidentes que en su primer discurso hablen de la corrupción con las consabidas frasecitas de “caiga quien caiga; corrupción cero”. Y después, al retirarse, dejan una lista más larga con los nombres de sus militantes. Sea lo que sea, pero no es justo ni correcto asociar un Gobierno con la corrupción de un funcionario, que sería exactamente como relacionar el Gobierno actual con el nombre de un exministro corrupto.
Cuando aún ejercía la presidencia, Jeanine Áñez dijo en cierta ocasión que “me sorprende la actitud canalla de un senador del MAS que inventó el nombre de un pueblo para construir obras fantasmas con dineros del Fondo Indígena”. ¿Dónde estará ahora ese exsenador “canalla”, disfrutando de la riqueza mal habida? ¿Ya no habrá más canallas en la Asamblea? Téngase presente que la impunidad fomenta la corrupción.
Por lo general, cuando se toca la corrupción y otros males sociales sólo se mencionan los efectos y no las causa o la raíces. Y, no obstante, muchos de ellos, como la corrupción, están en el ambiente donde uno vive, en la estructura del poder político, en las instituciones, en la anomia social, en la tolerancia permisiva… Vamos, son de tipo moral y quizá ya deberíamos empezar a combatir en la escuela. “Cuando no hay una rienda moral –nos decía Franz Tamayo hace tiempo– hasta la misma ciencia puede llegar a ser un peligro, una plaga”. A más de medio siglo, parece que no hemos avanzado gran cosa.
El autor es ciudadano de la República
Columnas de DEMETRIO REYNOLDS