Indignante: prebenda en la educación
Un estudiante de tercero de secundaria de Santa Cruz me decía que las bajas notas que tenía en matemáticas podía mejorarlas haciendo algunos “trabajos sociales” (limpieza del patio, llevar y cambiar un foco, colocar un vidrio, etc.) y, así, no corría el riesgo de aplazarse.
El 10-10-23 la prensa nacional informaba que los “estudiantes que sean voluntarios en el Censo recibirán 30 puntos para agregar a cualquier materia (a título de incentivo) y a los maestros se les dará puntajes en el escalafón”.
El 24-11-23, “Taxi Noticias” de Trinidad ponía un video, en Facebook, donde la directora del colegio La Salle de Trinidad, Solange Aguirre P. denunciaba que un grupo de 13 estudiantes reprobados de la promoción 2023 presionaban, con mentiras y acusaciones interpuestas por sus familiares con el fin de que se les modifique sus notas para pasar de curso y graduarse de bachilleres. Otra muestra más de la tendencia inmoral que muestran muchos estudiantes y sus familias que creen que lo importante es el ritual y la fiesta de promoción, antes que los aprendizajes logrados.
Podríamos continuar con una serie de casos de esta naturaleza prebendal, sin olvidar la orgullosa o ingenua declaración que hizo Evo Morales de haber pasado de curso porque su papá había regalado un cordero a su maestro.
Si esas son prácticas “normalizadas” en el campo de la educación escolar desde la perspectiva de los estudiantes, de algunos maestros y de las autoridades ¿en qué quedan los preceptos básicos de lo que se entiende por educación? Hay que decirlo claro: Esas son prácticas corruptas e inmorales ya que inducen a hacer algo que no corresponde a sus específicas funciones a cambio de un favor; unas notas, que van a maquillar el supuesto aprendizaje del estudiante o la calificación en el escalafón de los maestros.
Lamentablemente, esas conductas se inscriben en la lógica muy arraigada en nuestro país donde “lo importante no es aprender, sino pasar de curso”, lo importante es el diploma o la fiesta de promoción y no el conocimiento. Claro, lo doloroso viene después, cuando con ese fuerte déficit de conocimientos pretenden ingresar a una universidad a continuar estudios superiores y se encuentran en serias deficiencias para encarar los nuevos desafíos.
Pero el daño no sólo es a los estudiantes en su proceso de desarrollo y formación, sino que también es un daño al país, ya que se está deformando toda una generación de estudiantes que luego tendrán que conducir su junta vecinal, su empresa o la función pública, con un lastre de corrupción y prebenda internalizadas a temprana edad y consideradas normales.
Por otra parte, es inmoral que se premien actividades extraescolares con notas en cualquier asignatura. No es ético inducir a los estudiantes a actuar de manera prebendal. Lo lamentable es que muchas autoridades que han hecho carrera política “normal” desde la prebenda, creen que así es la conducta social y “le meten no más” inhibidos de todo criterio ético y moral. Así, en esa lógica ven también correcto acarrear estudiantes a eventos partidarios azules con el anzuelo de algún grupo musical de moda o de alguna rifa interesante, lo que se convierte en otro eslabón de la cadena de estafas educativas que administra el régimen.
Lamentablemente, ese es el estilo de gestión de la educación en manos de la kakistocracia que gobierna el país, donde la educación ha dejado de ser la suprema función del Estado.
Frente a todo lo anterior, callar no es correcto ya que el silencio se traduce en complicidad, pero tampoco es correcto vivir de lamento en lamento.
No se puede seguir haciendo tan mal las cosas en el campo de la educación. A estas alturas es imprescindible imaginar el futuro de país que deseamos lograr y con ello imaginar la nueva educación que se debe implementar y la estrategia a seguir. Una estrategia que nos permita abordar los problemas urgentes para superar la mediocridad del servicio y otra estrategia para impulsar los cambios profundos que garanticen una adecuada calidad educativa.
El presidente Arce, en su informe ante la Asamblea legislativa Plurinacional, el pasado 8 de noviembre 2023, adelantó la realización del Congreso Educativo Plurinacional el próximo año. Si ese es el caso, este tema ético debiera ser uno de los principales temas a ser debatidos junto a muchos otros, también importantes, tales como el enfoque global de la educación, un profundo diagnóstico y evaluación de la Ley 070 y de la situación actual, una estrategia sostenida de reforma educativa, los cambios necesarios (urgentes e importantes) en el currículo escolar, la formación docente, etc. etc.
Una propuesta de cambio que considere, de forma real, a los estudiantes como los sujetos centrales del proceso educativo y, desde sus inicios, se enmarque en principios éticos que recuperen la importancia y carácter fundamental de la educación, necesarios para brindar un servicio de calidad en beneficio de los estudiantes y del país en su conjunto.
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Los Tiempos y la plataforma UNO promueven el debate plural, pero no comparten necesariamente los puntos de vista del autor.
Columnas de EDGAR CADIMA G.