Carlos Mesa advirtió a Gonzalo Sánchez de Lozada "los muertos te van a enterrar"
SUCRE |
El ex presidente Carlos Mesa (octubre de 2003-junio de 2005) reveló haber advertido al ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada "los muertos te van a enterrar", de acuerdo a las declaraciones que prestó ante el Tribunal de Sentencia del Juicio de Responsabilidades que sigue la Corte Suprema de Justicia contra el gobierno de entonces.
Mesa, quien fue vicepresidente (2002-2003) de Sánchez de Lozada, reveló que le previno para que cambiara el timón en el manejo de la crisis política y social cuyo desenlace fue la renuncia de su Gobierno en octubre de 2003.
Los conflictos empezaron en febrero de 2003 con manifestaciones estudiantiles y un enfrentamiento entre policías y militares con un saldo de 30 uniformados y civiles muertos.
"Los muertos te van a enterrar", le dije en la residencia presidencial, como a las 13.30 hrs. del 12 de octubre de 2003, cuando fue invitado a almorzar con el mandatario, anota la declaración, reveló.
Agregó que el ex presidente no estaba dispuesto a ceder en la línea que había adoptado su Gobierno con respecto a las demandas sociales de la ciudad de El Alto.
Sánchez de Lozada le había dicho "ya estoy muy viejo para cambiar". "Tenía ideas fijas y concentraba todo el poder, poseía una fuerte personalidad y mucho dinero", anotó Mesa.
El ex presidente le había asegurado a Mesa que no renunciaría y que no daría su brazo a torcer con relación a las demandas de Asamblea constituyente y la no venta del gas por Chile.
El informe sobre las declaraciones de Mesa que señala que el ex vicepresidente develó en el juicio de responsabilidades las dificultades del poder y de la toma de decisiones en los días de la crisis de octubre.
Puso énfasis en su distanciamiento y posterior ruptura con el esquema y manejo de la situación por parte de Sánchez de Lozada, pero sobre todo por las posiciones radicales de uno de los hombres fuertes del régimen, Carlos Sánchez Berzaín, otro de los imputados en el proceso.
Según el testimonio de Mesa, cuando habló con Sánchez de Lozada, los primeros muertos ya habían comenzado a contarse. Entre el 12 y el 17de octubre hubo 57. Sólo el 13, las víctimas sumaron 27.
Después de los acontecimientos, de los que según Mesa se enteraba por los medios de comunicación, quedó claro que la ruptura era total, según expresó.
"De lo que sí estaba seguro era que no estaba dispuesto a matar", según afirmó en sus declaraciones que se prolongaron durante casi todo el día.
"En cambio, Sánchez de Lozada estaba convencido de que las movilizaciones, lideradas por Evo Morales y Felipe Quispe, conspiraban contra el sistema democrático", contó el ex presidente y así lo había advertido en septiembre, durante el operativo de rescate de un grupo de turistas de Sorata en el que cinco personas perdieron la vida.
En el relato también fue mencionada la intervención del embajador norteamericano David Greenle y del Departamento de Estado, a partir de la conversación que sostuvo Mesa con el diplomático en su propia residencia.
Según Mesa, la respuesta de las Fuerzas Armadas para recuperar el orden fue desproporcionada en los días de octubre. "Cuando Sánchez de Lozada renunció, el Alto Mando militar le expresó su preocupación por la presión que se ejercía mediante los movimientos sociales", dijo.