Centralismo y egoísmo, mala combinación
Supuestamente, hace 387 años Galileo pronunció la frase “Eppur si muove” (“Y sin embargo se mueve”), negando la teoría ptolemáica, ante un furibundo tribunal inquisitorial que le pidió retractarse de su teoría que decía que la Tierra se movía alrededor del Sol, y no al revés.
359 años, cuatro meses y varios días después, Juan Pablo II pidió perdón por la injusta condena de la Iglesia católica a Galileo y lo rehabilitó. Dándole la razón. La Tierra no está en el centro y sólo la Luna gira entorno a ella.
Pero parece que este razonamiento no ha cuajado entre los responsables del Banco de Sangre de Referencia de Cochabamba, y debemos girar alrededor de su centralismo mortal que está ocasionando un problema durísimo relacionado a las donaciones de plasma híperinmune.
Un usuario de las redes sociales comenta que, desde hace más de un año, prohibieron a los laboratorios, clínicas y hospitales la obtención de plasma, a partir de la sangre de donantes, para centralizar todo ese proceso en el Banco de Sangre, y esa instrucción sigue vigente porque, al parecer, es el único que tiene el equipo de plasmaféresis.
De ahí que es un calvario conseguir plasma. Una donación alcanza para tres unidades. Pero el Banco de Referencia de Sangre sólo otorga una unidad por persona a pesar de que muchos pacientes necesitan más de una unidad, de acuerdo con la información dada por Ivana Claros de Peredo, quien tiene a su esposo en terapia. Ella ha peregrinado para conseguir donantes y se ha encontrado con malas personas que le han pedido 5.000 dólares por hacerlo. Esos seres hacen una apología del egoísmo radical. ¿Será que no recuerdan cuánto padecieron?
Encontró a un donador de buena voluntad, pero se encontró con el escollo burocrático del Banco, que pide dos pruebas negativas.
Ella presentó una primera prueba, pero sólo podía presentar la segunda mediante captura de pantalla porque la Caja, donde está asegurado el donante, no le entrega el papel donde figuran los resultados del test y los personeros del Banco no aceptan pantallas sino papeles. Lo digital no existe. Justo cuando se pide quedarse en casa piden ir a sacar un certificado impreso.
Además, tener dos pruebas negativas es imposible. El Servicio Departamental de Salud tiene un retraso de entrega de 30 días. Tampoco tiene reactivos.
Hasta mientras, los decesos aumentan y la ciudadanía queda impotente ante tanta ineficacia.
Es urgente que se pueda revertir esta medida y dotar a cada ciudad de más laboratorios certificados que puedan trabajar en la producción de plasma.
No sea que 300 años después, alguien tenga que pedir perdón a las ciudades diezmadas, debido a que la miopía burocrática del centralismo no actuó a tiempo ¿O será que Cochabamba merece esto porque tiene a un Alcalde que quiere emitir una medida que permita el dióxido de cloro y a una Gobernadora que no cree en la Covid-19?
La autora es Premio Nacional de Periodismo Especializado en Banca
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