K’ara K’ara, emblema de la incapacidad edil
Es tal la frecuencia con la que los vecinos del botadero de K’ara K’ara bloquean su acceso provocando que las calles del municipio de Cochabamba se llenen de basura, que los habitantes de esta ciudad, preocupados por los desechos que se acumulan en las vías públicas, sólo deseamos que esa circunstancia se supere lo antes posible y parece que hemos olvidado la magnitud del problema que representa el depósito de nuestros desechos sólidos y la irresponsabilidad del Gobierno Municipal local que no logra una solución definitiva, desde hace más de 10 años.
En efecto, los vecinos del botadero impiden el paso de los carros de EMSA cuando quieren, reclamando lo que se les antoja al Gobierno, a la Gobernación y a la Alcaldía.
En menos de un mes hubo dos largos episodios de bloqueos en el acceso al botadero, el de principios de julio fue matizado por actos de violencia y el de ahora no termina de superarse después de dos semanas.
Con mayor o menor frecuencia, esos bloqueos son recurrentes y siempre la Alcaldía termina cediendo a las demandas de los vecinos de K’ara K’ara, gente que se ha asentado y construido sus viviendas en un lugar que no estaba destinado a ser urbanizado. Un lugar que ha adquirido una triste celebridad internacional.
Hace poco menos de cuatro años, en octubre de 2016, un informe del Foro Económico Mundial titulado Once megavertederos que muestran la otra cara del consumo identificaba al botadero de Cochabamba como uno de los peores del planeta y uno de los ejemplos más ilustrativos de lo que nunca se debe hacer. Y no sólo por la pésima gestión del vertedero, sino también por los intereses políticos que se esconden tras sus malos manejos y por los peligrosos efectos ambientales y de salud para la misma población que esos malos manejos ocasionan.
“El país más pobre de América Latina cuenta con uno de los mayores vertederos del mundo. Cochabamba ostenta el título de tercera ciudad de Bolivia en términos económicos, pero también es la principal fuente de residuos para K’ara K’ara”, explica la nota al referirse a las más de 400 toneladas de basura que se depositan cada día sin que haya un tratamiento. “Desgraciadamente, la pobreza y la falta de voluntad política han hecho poco por la salubridad del vertedero, provocando que se disparen los niveles de compuestos perjudiciales para la salud como los sulfatos y cloruros”, constatabas el artículo.
Esa es la realidad del botadero de K’ara K’ara, desde hace décadas, y no hubo gestión municipal capaz de encontrar una solución a ese inmenso problema.