Este año se cumplen cuatro décadas del regreso de la democracia a la Argentina, y también 47 años del inicio de la feroz dictadura de 1976. Como dice León Gieco, todo está guardado en la memoria, pero también en los pentagramas. Además del arte de crear, la música es, al menos para la Argentina, una reseña de su historia. Porque, en las épocas más oscuras del país, esas distintas combinaciones sonoras se convirtieron en un refugio para escaparle al horror de la dictadura militar.