Exgerente de YPFB cuestiona plan de reactivación de la planta de urea
El exgerente de la planta de urea y amoniaco Willy Orosco aseguró que el proceso de reactivación del complejo petroquímico está mal planificado, debido a que hubo demora en la llegada del personal de las empresas licenciantes para realizar un diagnóstico del estado de la factoría y revisar 4.800 equipos.
Orosco, que también fungió como gerente de ingeniería, proyectos e infraestructura de YPFB, indicó que, al tratarse de una planta tan especializada, el diagnóstico debe ser realizado por las empresas licenciantes KBR y Toyo para evitar problemas.
Sin embargo, dijo que el personal de dichas empresas recién llegó hace dos semanas. “Ellos debieron haber llegado antes para emitir un informe en base al cual los técnicos de YPFB deben reparar la planta. KBR y Toyo van a emitir recomendaciones importantes”, afirmó.
También mencionó que el complejo petroquímico tiene 4.800 equipos en sus tres plantas, los cuales deben ser abiertos y revisados.
“Si no se hace de esa forma, se corre el riesgo de arrancar la planta de forma inadecuada y puede suceder un siniestro; la planta maneja altas temperaturas, se tiene planta de gas, presión por encima de 10 y 20 kilogramos y temperaturas muy elevadas”, advirtió.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) anunció el mes pasado que se encaraba la recta final de reactivación de la planta, con una inversión de 53 millones de dólares. La estatal prevé que la planta ingrese en funcionamiento el segundo semestre.
Los Tiempos solicitó información a YPFB sobre la reactivación de la planta y las observaciones de Orosco, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
Piden acelerar el reinicio de la planta
Los productores y exportadores de banano solicitaron a YPFB acelerar el proceso de reinicio de la planta de urea y amoniaco debido a que su paralización provocó el aumento del precio de la urea importada.
El presidente de los productores bananeros, Agustín Conde, indicó que por un quintal de urea nacional pagaban 100 bolivianos, pero ahora deben pagar hasta 250 bolivianos. “Usamos mucho el fertilizante, necesitamos que funcione nuevamente la planta”, dijo.
La planta de urea fue paralizada en 2019, en esa ocasión, el Gobierno transitorio indicó que la planta era deficitaria y estaba mal ubicada.