Arte: Omar Padilla destaca el interés y talento de los niños
El reconocido artista plástico mexicano Omar Padilla calificó como exitoso el taller de Dibujo expresivo que dictó en Cochabamba con el impulso de los grabadores cochabambinos y el Centro de Desarrollo Integral Beit -Sefer.
—¿Qué evaluación hace del taller de dibujo expresivo?
—Muy buena. Creo que nos faltó más tiempo para desarrollar más cosas, pero se logró muy buenos resultados con el tiempo disponible. Me alegro ver niños con mucho talento eso me alegro el espíritu.
—¿Cuál fue la respuesta de los niños que asistieron al taller?
—La respuesta a los talleres fue muy buena, ya que fueron dos talleres lo que dimos por acá: el primero fue de linóleo placa pérdida en mi primera semana de residencia y ahora el de dibujo expresivo. La gente de Cochabamba tiene mucho talento, mucha disposición para aprender y compartir.
—¿Cómo se produce su llegada a Cochabamba?
—Se produce a través de la interacción con Grabadores Bolivianos, específicamente con los maestros Samuel y Ángelo. Con ellos tuve mi primer contacto en 2019, los conocí allá en mis tierras hidrocálidas de Aguascalientes, México, y pronto se formó una amistad y fraternidad. El año pasado recibí una carta invitación directa de parte de ellos, para venir a esta hermosa Cochabamba y generar una residencia artística. Apenas hace un mes les confirmé mi llegada para este año, y lo demás se ha estado construyendo.
—¿Qué es lo que intenta transmitir en sus dibujos?
—Intento trasmitir el simbolismo de la luz, esa luz que irradia y da forma en la penumbra que construyen los cuerpos y la realidad. Esto, por un lado, alegórico. En el aspecto técnico, trasmitir un dibujo dinámico, trasmitir un dibujo autónomo y, en algunas ocasiones, sintético. Busco en ocasiones el arte de desdibujar, crear atmósferas de color que transmitan algo. Por ahí escuché decir acá en mi llegada a Cochabamba que eran auras.
—¿Por qué eligió la técnica de la litografía?
—No solo es litografía, en la parte de la muestra gráfica hay mezzotinta, placa perdida en linóleo y litografía, esto por parte de la gráfica.
Lo que me permite la técnica de la litografía es dibujar directamente sobre la piedra y estampar mi dibujo. La litografía tiene una magia que solo aquellos que la practicamos la vivimos. La litografía es sensible a la grasa, por eso ella absorbe lo que quiere; entonces, es una colaboración con lo natural. El artista, por un lado, propone y la piedra litográfica, del otro, se queda con lo que decide. A título personal, considero que la técnica de la litografía está viva, le tengo mucho respeto; además, mencionar que es de las técnicas más difíciles en su impresión, ya que se necesita mucha práctica para conocer los porcentajes adecuados de cada cantidad en la fijación de la imagen o acidilación.
—¿Qué es lo que refleja su exposición “Seres lumínicos en los valles nocturnos”?
—Un trabajo de exploración en el dibujo en la parte más íntima de mi ser. En lo técnico, generar atmósferas de color que intenten trasmitir un sentir. En lo simbólico, la “gran luz” que ilumina a los seres en penumbra y les da existencia.
—¿En qué medida ha sido fructífera la relación artística que emprendieron bolivianos y mexicanos?
—En el quehacer artístico considero de suma importancia estos intercambios, ya que nos enriquece a los involucrados. Conocer las diferentes técnicas para obtener los resultados, la multiculturalidad en la gastronomía, personas, paisajes, entornos diferentes, aportan a la creación de imágenes artísticas.
Mientras se mantenga el respeto, esto seguirá creciendo. Es un proyecto muy grande, ojalá se les apoyara más para que el intercambio llegara a más gente.