Miguel Ángel Rodríguez: La pandemia retrasó el diagnóstico oncológico
El especialista en ginecología oncológica del Centro de Medicina Nuclear y Radioterapia El Alto Miguel Ángel Rodríguez Salazar afirmó que, en función a estadísticas internacionales, se puede apreciar que el aplazamiento del tamizaje, retraso en el diagnóstico y tratamiento oportuno, puede aumentar la carga del cáncer, obligando a los Gobiernos a acrecentar el gasto en la atención de la enfermedad.
El galeno fue galardonado recientemente por la Organización Internacional para la Capacitación e Investigación Médica (Iocim, por las siglas en inglés) “por los logros alcanzados para una mejor vida”.
Rodríguez recogió el premio en la clausura del Congreso del Iocim, que se celebró en mayo de este año en el Hotel Grand Bahía Príncipe Luxury Fantasy, en la República Dominicana. El evento contó con la presencia de representantes de 44 países de Latinoamérica y el Caribe.
—¿Qué sensación le produce el galardón que recibió de Iocim?
—De tantos profesionales en salud que existen en Bolivia, y que le otorguen una distinción, sobre todo internacional al mejor profesional en salud de la región que la Organización Internacional para la Capacitación e Investigación Médica (Iocim), es un orgullo enorme, un logro profesional y familiar. Es difícil estudiar Medicina, no sólo en lo personal, sino en lo económico; es difícil postularse a una residencia médica, y peor aún salir al exterior. Apostar por quedarse en Bolivia y ejercer la profesión no es sencillo, ya que en Bolivia el profesional en salud está infravalorado. Por tanto, el recibir un galardón sobre todo internacional, significa que todo sacrifico tiene su recompensa.
—¿En qué consiste el estudio que presentó?
—El trabajo de investigación titula: “Impacto de la pandemia por Covid-19 en pacientes oncológicos de Bolivia y Latinoamérica”. El objetivo del presente estudio es determinar el impacto de la Covid-19 en pacientes con cáncer a través de estadísticas internacionales y sobre todo en Bolivia (aún sin contar con registros oficiales). En Bolivia no existen datos oficiales de pacientes con cáncer, peor aún de pacientes oncológicos con Covid-19. Los únicos datos que tenemos son los aportados por hospitales y ONG, existe mucho sesgo en los datos, y esto se debe a que en Bolivia no nos gusta la investigación.
—¿En qué medida la pandemia retrasó la detección de diagnósticos?
—La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó sobre la tardanza y falta de acceso a diagnósticos y tratamientos asequibles que imperan en el sector salud oncológico, sobre todo en países de ingresos bajos y medios, y que se agudizaron durante la pandemia. Un sondeo de la OMS mostró que la pandemia interrumpió los tratamientos para el cáncer en más del 40 por ciento de los países, pese a que estos pacientes corren un mayor riesgo frente a la infección.
Los estudios publicados sobre Covid-19 y cáncer muestran que los pacientes oncológicos con enfermedad activa tienen mayor riesgo de complicaciones graves y mortalidad que la población general, en particular, aquellos con compromiso neoplásico pulmonar, tratamientos mielosupresores, edad avanzada, compromiso del estado funcional y/o comorbilidades.
Dentro de los resultados del estudio, nuevamente en función a estadísticas internacionales, se puede apreciar que el aplazamiento del tamizaje, retraso en el diagnóstico y tratamiento oportuno, aumentaría la carga del cáncer, obligando a los Gobiernos a aumentar el gasto en la atención de la enfermedad. Es altamente probable que el impacto (negativo) sobre el control del cáncer sea más evidente en nuestras regiones que en países mejor preparados. En tanto no sea posible revertir esta situación, habrá una disminución de la incidencia (casos nuevos) del cáncer en el corto plazo. En el mediano plazo, cuando se restablezcan las condiciones de acceso a la atención, la demanda aumentaría y es probable que alcance niveles superiores a los observados antes de la pandemia.
En síntesis, retrasar el diagnóstico oncológico por Covid-19 aumentaría la mortalidad entre un 10 y 20 por ciento, según proyecciones.
—¿El chequeo médico rutinario es fundamental para prevenir esta situación?
—Sí, la única manera de prevenir enfermedades, no solamente oncológicas, es el chequeo rutinario. En caso de cáncer, evitar que se presenten en estados avanzados, ya que mientras más temprano detectemos la enfermedad, mejor pronóstico y sobrevida para la o el paciente.
Tenemos que practicar salud pública, es decir, promoción y prevención de enfermedades.
—¿Se han observado secuelas de la Covid-19 en el campo oncológico?
—Los estudios publicados sobre Covid-19 y cáncer muestran que los pacientes oncológicos con enfermedad activa tienen mayor riesgo de complicaciones graves y mortalidad que la población general, peor aún si no están vacunados.
Dentro de los factores de mal pronóstico para desenlaces más severos en pacientes con cáncer son: diagnóstico y tratamiento recientes.
Uno de cada cinco pacientes oncológicos tienen desenlaces más severos cuando se lo asocia a Covid-19. De todas maneras, siempre hay que individualizar a cada paciente y de acuerdo a zonas endémicas.
—¿Es urgente asumir medidas de prevención?
—Desde luego, la prevención es fundamental en el área de salud. Considero que en la medicina hay un punto de corte, el cual es el 11 de marzo de 2020, fecha en la cual la OMS declara la pandemia. Hasta antes de la pandemia se manejaban ciertas proyecciones (estadísticas) de incidencia y mortalidad referentes al tema oncológico; por ejemplo, para 2030, según estimaciones prepandemia, se tenía proyectado un aumento del 37 por ciento de casos nuevos y un 39 por ciento de mortalidad por cáncer en Bolivia; sin embargo, las proyecciones pospandemia indican que estos porcentajes aumentarían no sólo en Bolivia, sino a nivel global.
—¿Qué tipos de cáncer se diagnostican más en Bolivia?
—En el aspecto ginecológico y en orden de frecuencia: cáncer de cuello uterino, mama, endometrio y ovario.
Hombres, en orden de frecuencia: próstata, pulmón, estómago, colorrectal.
—Usted dijo que habrá una nueva pandemia.
—No lo digo yo, lo dicen los expertos internacionales conocedores del tema. Esta teoría salió publicada en la prestigiosa revista The Lancet Oncology, en mayo 2020, donde indica que la próxima pandemia no es algo hipotético, ocurrirá nuevamente y tenemos que estar prevenidos, sobre todo los centros hospitalarios, para evitar cometer los mismos errores que cometimos y seguimos cometiendo, en especial dejar de postergar el manejo de los pacientes oncológicos, como se hizo en las cuarentenas.