Mientras el gobernador de la provincia de Salta, Gustavo Sáenz, dijo que Argentina no dará explicaciones a Bolivia por la construcción de una cerca de 200 metros y la ministra de Seguridad de ese país, Patricia Bullrich, justificó la valla porque así se evita el ingreso de narcos; el titular boliviano de Gobierno, Eduardo del Castillo, minimizó el tema y dijo que el alambrado representa sólo el 0,026% de la larga frontera (760 km) y que al final “todos los muros caen”.