10 lecciones que ha enseñado la pandemia a las parejas
Si bien San Valentín es una fecha especial de celebración para muchas parejas, este 2021 invita a algo más: analizar qué lecciones se ha aprendido gracias al confinamiento y a la emergencia sanitaria. “Esta pandemia nos revela algo sustancial: la función de la pareja es base del bienestar social. Es natural que las situaciones adversas activen mecanismos para reestablecer el equilibrio. En las familias, los responsables naturales de poner en marcha estas acciones de protección son los adultos, lo que deja en la pareja una gran responsabilidad y oportunidad, al ser fuente fundamental de respuestas frente a las crisis”, manifiesta la psicóloga Verónica Trigo.
La psicoterapeuta individual, de pareja, familia, niños y adolescentes comenta que, si bien la pandemia ha puesto en evidencia tanto las fortalezas como las debilidades de las parejas, investigaciones como la de la Universidad del Desarrollo en Chile señalan que el 63 por ciento de las parejas han tomado acciones para fortalecer la relación y han logrado cambios positivos.
La psicóloga clínica Mercedes Álvaro asegura que las relaciones son complicadas (parejas a distancia, parejas que viven juntas, con y sin hijos, con hijos de parejas anteriores, etc.). “En condiciones normales, es difícil tener una relación de pareja feliz. La ausencia de contacto social y de otras distracciones no lo hacen más fácil, al contrario, en muchos casos ha entorpecido las relaciones”, añade.
Sin embargo, comenta que la convivencia en esta pandemia también nos ha enseñado que siempre se puede seguir adelante, mirar y construir un futuro juntos como pareja, replanteando metas y un proyecto de vida en común. “Se ha visto que puede haber mayor coalición en las parejas, mayor empatía, apoyo, confianza fortaleciendo las relaciones trabajando en la toma de decisiones y resolución de conflictos, con amor, respeto y la convivencia diaria”, expone.
Ambas expertas comparten algunos aprendizajes que ha dejado la pandemia para tener una relación funcional:
- CONOCER MEJOR A LA PAREJA
Trigo expone que el trabajo, las distracciones y la vida acelerada se congelaron por un momento y el confinamiento dio lugar al reencuentro, a pasar tiempo con la pareja, conversar más, hacer cosa juntos y mirarse a los ojos. “Esta situación nutrió lo que John Gottman —investigador experto en parejas— denomina el ‘mapa del amor’, que consiste en conocer bien a la pareja, sus sueños, inquietudes, preferencias, etc. Esta hoja de ruta es esencial porque nos muestra los caminos para llegar al otro, comprenderlo, empatizar y lograr mejor conexión emocional”, señala.
- CRECER COMO PAREJA
Álvaro reflexiona que las crisis son momentos de mucho crecimiento si se viven con esta intención. “Sin olvidar lo triste de esta situación a nivel sanitario en gran parte de la población, muchas parejas han podido crecer mucho juntos”, acota.
La experta especifica que el confinamiento ha sido en muchos casos una experiencia a nivel de pareja muy enriquecedora, donde han podido construir aún más la intimidad, la confianza, reforzar el compromiso, el apoyo mutuo en los momentos difíciles e incluso el poder trabajar la separación que en muchos casos se han planteado a raíz de la cuarentena. Además, el ser y mantener la individualidad dentro de la pareja y en el mismo espacio, “algo que a muchas parejas les cuesta, disfrutar de su intimidad individual en convivencia”, agrega.
- TRABAJO DE EQUIPO E IGUALDAD DE GÉNERO
Trigo señala que las parejas necesitaron juntar fuerzas y convertirse en un equipo equilibrado para enfrentar a la avalancha de quehaceres del hogar, expulsando así la organización obsoleta relacionada a los roles de género tradicionales. “La pandemia enseñó que la equidad de género no consiste en entrar en una simetría absurda de lavar la misma cantidad de platos, sino de cooperarse y contribuir al hogar de distintas maneras, guiados por la consideración y valoración de lo que hace el otro”, destaca.
Álvaro acota que, cuando la idea de normalidad se ve sacudida por todas partes, es un buen momento para rehacer la lista de prioridades. “Muchas parejas aprovecharon y aprovechan todavía las restricciones impuestas por la pandemia para priorizar la relación de pareja, invertir en sí mismas, profundizando en la relación con más diálogo, cooperación en diversos ámbitos incluyendo las tareas domésticas, más intimidad y más tiempo juntas”, subraya.
- INTELIGENCIA EMOCIONAL
Trigo asegura como evidente que la Covid-19 no sólo ha sido una amenaza a la salud física, sino también emocional. “La buena noticia es que el antídoto contra las emociones negativas puede ser la pareja”, enfatiza. Indica que el 72 por ciento de la población del estudio de “Parejas en pandemia”, realizado por la UNIR, señala que durante esta pandemia la pareja ha sido base del bienestar en sus vidas.
Trigo expone que si se practica los “buenos tratos” (concepto del terapeuta familiar Jorge Barudy), basados en el despliegue de un amor sano, donde imperen la empatía, el respeto, la comunicación asertiva y la capacidad de buscar soluciones creativas para resolver los conflictos, la pareja puede ser una gran fuente de contención y de apoyo emocional.
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- REENCONTRARSE COMO PAREJA
“El poder ser un ‘apoyo’ ante los momentos de estrés, miedo, angustia, tristeza… y poder estar disponible para el otro cuando lo requiera ha afianzado la relación de pareja. En muchas ha renacido el amor y la complicidad, ese reencontrarse en los momentos difíciles”, manifiesta Álvaro.
- ESPACIO DE TRASCENDENCIA
Trigo reflexiona que, frente a la muerte, los seres humanos nos cuestionamos sobre la vida. Explica que la pareja puede promover un espacio de reflexión trascendental. El diálogo de ida y vuelta, con receptores y mensajeros atentos estimula el pensamiento que dota de significado a la vida y ordena las prioridades. “Las parejas, frente a este fenómeno mundial, se han replanteado su manera de pensar, sentir y vivir, conectándose con lo esencial: la promoción de las buenas relaciones familiares, el respeto a la naturaleza, disfrutar la vida sin complicaciones, el desapego a lo material, etc.”, comenta la docente y tallerista.
- LA COMUNICACIÓN COMO BASE FUNDAMENTAL
Álvaro apunta que una gran lección del confinamiento fue sin duda advertir la mala comunicación que se mantiene con la pareja, ya que, en muchos casos, por el trabajo y compromisos sociales se ha visto limitada la comunicación. “El confinamiento fue un buen momento para iniciar conversaciones positivas con la pareja, comunicación más fluida y asertiva; estar atento a las necesidades del otro, reduciendo el hacer y centrándose en el ser y en el estar”, agrega.
- LIMPIEZA MENTAL
“Así como una forma eficaz de combatir al coronavirus ha sido la higiene, la salud conyugal depende también de la limpieza, de problemas absurdos”, dice Trigo. ¿Cómo lograrlo? Trigo responde que ejercitando el filtraje de lo que realmente vale la pena y descartar las discusiones por aquellos detalles insignificantes. “Elegir las batallas es sabio para lograr el bienestar interpersonal”, refuerza.
- DEJAR QUE LA PAREJA TE INFLUYA
Trigo expone que el mejor aprendizaje es el intersubjetivo. “Salir del egocentrismo, plantearse otras formas de pensar y escuchar narrativas distintas a las propias puede enriquecernos como individuos y como sociedad. La pareja, es una gran fuente de aprendizaje”, destaca. Subraya que, frente a este fenómeno que ha sido un reto para nuestra capacidad de adaptación, las parejas que se han escuchado y han dejado que las virtudes del otro los influyan, han logrado mayor equilibrio, aceptación y motivación.
- CUIDAR LA SEXUALIDAD
Álvaro señala que esta cuarentena ha mostrado que el sexo no tiene que ser una obligación, pero sí se debe propiciar un buen momento para buscar el erotismo en el ámbito de la pareja. “Aunque estemos con los niños en casa, conviene buscar un espacio para la intimidad que no tiene por qué estar estrictamente relacionado con las relaciones sexuales”, resalta.
La psicóloga clínica aconseja cuidar la sexualidad de pareja buscando esos “momentos de novios” para acariciarse, expresar cosas que hace tiempo que no se dicen, como: “te extrañaba”, “te amo” y “me hacía mucha falta tu presencia en casa”, entre otros comentarios. “Ese tipo de conexión emocional une mucho más a la pareja que el acto sexual”, afirma.