Ref: Árboles y agua
Estimados señores burgomaestres de los municipios de Bolivia (Manfred, Iván, Eva, Quique y Yoni y el otro Jhonny), me dirijo a ustedes por medio de la presente, deseándoles éxitos en sus funciones y haciéndoles llegar una humilde solicitud: propicien políticas públicas para proteger, fomentar y difundir el cuidado de los árboles en zonas urbanas.
Hoy 22 de agosto se celebra el Día Internacional del Folclore y estamos en la Semana Mundial del Agua, es por eso que les pido encarecidamente dar el mismo apoyo que recibe el primer ítem al segundo. Cambien el apoyo a comparsas, bandas y declaratorias de intangibilidad, por algo concreto: árboles que dan vida y generan aire y agua por medio de la fotosíntesis..
Sé que ustedes, políticos de altura, están ocupados como para realizar estos menesteres cotidianos, seguro andan diseñando las ciudades del futuro, donde los paneles solares y el agua abundan en nuestros municipios, por lo tanto, me permito dos sugerencias pecuniarias, porque tocando el bolsillo es como se aprende:
Disminuyan los impuestos a la vivienda a todos los copropietarios que preserven los árboles en sus aceras. Seguramente, su oficina de Recaudación dirá que no es viable porque (inserte pretexto burocrático aquí), pero le sugiero que para compensar esa falta de ingresos se atreva a cobrar a impuestos a mercados y al transporte “público”, así podrá equilibrar entre quienes sí cuidan la ciudad y quienes no.
Póngale tres ceros a la multa por tala ilegal de árboles. Resulta muy ventajoso que para las constructoras que venden departamentos en cientos de miles de dólares la multa por tala sea tan sólo de Bs 3.000, ¿se imagina si la multa tuviera tres ceros a la derecha? Ahí la pensarían dos veces y dejarían de hacer renders con una palmera de 50 cm simulando que es “área verde”.
Sé que sus eximias autoridades son personas atareadas, por lo que les resumo lo que sus mandos medios temen decirles: las cifras no los acompañan. El 97% de la contaminación en Bolivia se explica por el parque automotor obsoleto, y, si vieron el monitoreo de prensa de las últimas semanas (más allá de inauguraciones y sillazos), hay una crisis de agua en el país: sequías y escasez, al punto que el icónico lago Titicaca ha bajado severamente su nivel.
Por lo tanto, en sus manos está la decisión de tomar medidas urgentes para combatir la depredación urbana en nuestras calles. Sé que no leen las columnas de opinión, por eso, adjunto este documento por ventanilla única, con copia y adjuntos, y “el respectivo sellito” para que puedan considerar esta propuesta, y tengamos más árboles y menos folclore.
Sin otro particular, me despido cordialmente. Ya saben: más árboles, más agua.
Columnas de MÓNICA BRIANÇON MESSINGER