Bolívar comenzó mal el torneo Clausura, pero terminó como el mejor
El campeonato de la remontada, esa es la principal característica que tuvo el título 28 que consiguió ayer Bolívar en el fútbol profesional del país. El certamen que comenzó a fines de julio parecía sombrío para los celestes, ya que en las primeras tres fechas sólo había acumulado un punto y el líder, Wilstermann, se encontraba invicto con siete unidades.
Durante el torneo, la Academia mejoró considerablemente, a tal punto que llegó a la fecha 18 con ocho puntos de ventaja, 42 a 33, ante su inmediato perseguidor en la tabla, que era The Strongest.
El inicio flojo del equipo celeste fue debido al escaso tiempo de descanso que tuvo entre el anterior torneo y el inicio del nuevo. Los celestes habían concluido su campaña en el torneo Apertura el 28 de junio, pero después de cuatro días de pausa el equipo ya estaba trabajando para jugar la segunda ronda de la Copa Sudamericana ante la Liga Deportiva Universitaria de Quito, e inmediatamente tuvo el torneo Clausura encima.
El técnico Beñat San José admitió que su equipo no estaba en las condiciones físicas que había tenido en el primer semestre del año y que el cambio en el calendario fue en contra de su planificación.
El inicio
Los académicos tuvieron un flojo comienzo al perder 3-0 con Guabirá en Montero, luego la derrota fue con Petrolero en Yacuiba, 2-0 y recién con Wilstermann en La Paz sumó su primer punto al igualar 1-1, pero el equipo no convencía. En la quinta fecha, llegó el primer triunfo de este certamen al derrotar por 3-2 a Real Potosí, en la Villa Imperial.
El paréntesis que dispuso la Liga por la disputa de las jornadas 15 y 16 de las Eliminatorias mundialistas le vino bien al conjunto celeste. Los 15 días que se tuvo de receso fueron bien aprovechados por el cuerpo técnico para nivelar a los jugadores en la parte física, especialmente a los nuevos refuerzos.
Al retorno de las clasificatorias, Bolívar ganó 2-1 a Blooming en Santa Cruz, volvió a fallar en La Paz al igualar 1-1 con Oriente y vino una gran levantada de tres fechas consecutivas sin perder al derrotar a San José (2-1), The Strongest (2-1) y Nacional Potosí (3-1), todo en el estadio Hernando Siles.
Caída dolorosa
El último receso de las Eliminatorias sirvió para que los académicos recuperen a varios jugadores que estaban lesionados, más cuando se venían dos visitas consecutivas en el interior. La primera parada fue Sucre para derrotar a Universitario por 2-1, pero tres días después llegó la caída más dolorosa en la era que comanda Beñat San José: 5-1 en contra frente a Oriente
Petrolero que “demolió” a Bolívar, que llevaba casi dos años sin caer por esa cantidad de goles.
La derrota pegó duro en la interna del equipo, hubo una reunión para analizar al detalle todo lo malo que se había mostrado frente a los refineros y, a partir de la fecha 13, el equipo no volvió a perder hasta conseguir la nueva corona. En ese lapso, las dos visitas que se realizaron a Wilstermann y Sport Boys fueron claves. En Sacaba no había que perder ante los aviadores, ya que estaban sólo a cuatro puntos de diferencia, pero un gran error del DT Roberto Mosquera, que incluyó a cinco extranjeros, hizo que Bolívar ganará en mesa el partido que había terminado 2-2.
Si había un partido para dudar era la visita ante Sport Boys, la “bestia negra” a la que nunca antes se le había podido ganar en Warnes. Bolívar comenzó perdiendo el encuentro, pero luego mostró su jerarquía y terminó con un claro 3-1.
El equipo ya había sacado ocho puntos de diferencia y, como sus perseguidores dejaban puntos en el camino, el título estaba cada vez más cerca y se terminó de consolidar ayer frente a Nacional, en Potosí.
