Federer defiende su jardín ante Nadal y pasa a su duodécima final en el torneo de Wimbledon
Son las 19:40 en Londres y la historia da la enésima vuelta de tuerca. La raqueta de Rafael Nadal escupe un revés excesivamente largo y Roger Federer alza los brazos en dirección al cielo londinense, mientras su box da un brinco al unísono. Acaba de vencer el suizo (7-6, 1-6, 6-3 y 6-4, en 3h 02m) sólo un mes después de que su adversario hubiera defendido ante él la fortaleza de París. Sin embargo, La Catedral también tiene dueño. Tiene un golpe de seda envenenado y se llama Federer. Disputará el de Basilea su duodécima final en el All England Tennis & Croquet Club y aspirará mañana (9:00) a su noveno cetro en el major británico, Novak Djokovic mediante.
Se reivindicó así Federer en su jardín, en un tramo absolutamente decisivo de su carrera porque la meta se divisa no muy lejos y las balas para seguir ampliando su casillero de Grand Slam van agotándose para uno y otro, y el serbio seguirá apretando por detrás. Defendió su fortín e inclinó a Nadal en el vigesimocuarto cruce entre ambos (24-16 en el global, y 10-4 a favor del balear en los grandes escenarios), interrumpiendo el bonito trazado del número dos durante estas dos semanas. Se fue Nadal triste, con la sensación de poder haber ofrecido ayer una resistencia mayor, pero a buen seguro que Londres le reserva buenos episodios venideros, porque ya domina el código verde.
DJOKOVIC SE CITA CON EL SUIZO
El serbio Novak, defensor del título y número uno del mundo, impidió la sorpresa, y derrotó al español Roberto Bautista, por 6-2, 4-6, 6-3 y 6-2 para lograr su sexta final en Wimbledon, la segunda consecutiva.