En la acelerada vida moderna, es común encontrarse inmerso en una rutina caótica que agota física, emocional y mentalmente. Los días parecen pasar a un ritmo desenfrenado, y a menudo se experimenta la sensación de no estar avanzando en ninguna dirección. El cansancio, el estancamiento y la falta de motivación son emociones frecuentes en este contexto.